Prevén un crecimiento leve para Argentina
El Banco Mundial publicó ayer sus estimaciones sobre las perspectivas de las economías mundial, regional y argentina. Concretamente, sobre el país, volvió a señalar que para este año espera un crecimiento. Será de 0,7%, una tasa similar a la que había publicado en un informe conocido durante la última Asamblea Anual del Fondo Monetario y el Banco Mundial que se llevó a cabo en Lima. Según el organismo la economía argentina enfrenta un sendero de optimismo: en 2017 y 2018 las tasas de crecimiento irán en aumento ((1,9% y 3%, respectivamente).
El contexto para el país no luce sencillo. El Banco Mundial prevé que la recesión del Brasil continuará en 2016 pero espera que vuelva a crecer en 2017. Si bien algo debilitado por los bajos precios del petróleo y las presiones fiscales conexas, se prevé que en México el crecimiento repuntará gracias a los beneficios de las reformas estructurales y el fortalecimiento de la demanda del mercado estadounidense.
El flojo crecimiento de los principales mercados emergentes afectará fuertemente la actividad mundial en 2016, pero el mundo tendrá un repunte moderado hasta alcanzar el 2,9 % (frente al 2,4 % registrado en 2015), a medida que las economías avanzadas cobren fuerza, según el informe Perspectivas económicas mundiales 2016, publicado por el Banco Mundial. “La debilidad observada simultáneamente en la mayoría de los principales mercados emergentes dificulta la posibilidad de alcanzar los objetivos de reducción de la pobreza y prosperidad compartida, ya que dichos países contribuyeron enormemente al crecimiento mundial en los últimos años”.
Ayer, por su parte, se supo que Martín Soto, un ex Banco Interamericano de Desarrollo, será en el nuevo subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, el interlocutor responsable de administrar las relaciones con los organismos de crédito multilaterales y bilaterales. El gobierno busca nombrar a sus nuevos representantes ante los organismos oficiales de crédito. Ya ha dicho que prevé una normalización con los bancos e incluso con el FMI a través de un artículo IV.