Sorpresiva jura de tres diputados impugnados y furia del chavismo
La oposición ya tiene los dos tercios de votos para encarar reformas clave. El oficialismo impugna el juramento.
La oposición de Venezuela sorprendió ayer con la guardia baja al oficialismo y tomó juramento a los tres diputados impugnados por el Tribunal Superior. Con la decisión, logró la mayoría calificada que le permite aprobar medidas sustanciales en la Asamblea Nacional, como el impulso de un referendo revocatorio que termine con la salida del poder de Nicolás Maduro. Ante esta movida, la respuesta del oficialismo fue afirmar que desconocerá las decisiones que vote el Parlamento y amenazó con quitarle los recursos que le corresponden desde el Poder Ejecutivo.
Con esos tres juramentos, la oposición consigue los dos tercios de la Cámara (112 asientos) y eso le permitirá, por ejemplo, remover a altos jueces, realizar reformas a la Constitución y promulgar leyes orgánicas sobre derechos fundamentales. Y neutraliza la estrategia del oficialismo, que con las impugnaciones había intentado esmerilar la potencia legislativa opositora al impedirle contar con los 112 legisladores.
Fuentes opositoras justificaron la jura sorpresiva en que así lo estipula la legislación local. La idea es que todo legislador –en este caso, los congresistas Julio Haron Ygarza, Nirma Guarulla y Romel Guzama– deben primero asumir sus cargos y solo luego de ese paso están en condiciones de ser sujetos de una impugnación, como lo intenta el gobierno. Al haber jurado y ser ya miembros efectivos del Parlamento, los tres forman parte de los 167 miembros de la Cámara, algo vital para las pretensiones opositoras.
“Esta Asamblea carece de legitimidad, la perdió”, dijo el ex titular del Parlamento y diputado reelecto, Diosdado Cabello. “Decidieron violar la Constitución. Ahora, cuando quieran promulgar una ley y publicarla en la Gaceta Oficial, no van a poder porque este Parlamento está viciado de nulidad absoluta”, señaló.
Ante esta posición dominante en el Parlamento, el chavismo vislumbra lo que lo que la oposición viene anunciando: llevar adelante un proceso revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro será parte de la discusión de los próximos meses. Por eso no son casuales sus declaraciones de ayer, en las que Maduro sostuvo que la paz del país depende de que él siga en la presidencia.
El intento de trazarle límites a la ofensiva opositora puede terminar de una manera poco pacífica, temen los analistas. La jura de ayer instala el escenario para una batalla política intensa futura tanto en las instituciones como también en las calles.
Las dificultades son muchas para el gobierno. Comienza a tener problemas de deterioro social y hay sectores que no alcanzan sus necesidades básicas. La economía, his- tóricamente sostenida en los altos precios del petróleo, no encuentra recursos. El barril de crudo se mantiene por debajo de los 40 dólares y el panorama no parece que vaya a mejorar a la brevedad. Anoche, Maduro anunció un cambio de gabinete como un intento de detener la tormenta.