La vida, con un modelo sustentable y saludable
El Sistema Federal de Emergencias activado por el nuevo gobierno abre un debate clave
La reciente activación del Sistema Federal de Emergencias en Argentina por el nuevo gobierno nacional abre un interesante debate sobre qué hacer con las emergencias y desastres, y los significados del cambio climático. Los impactos de estos son innumerables y visibles: inundaciones y deslizamientos en Río de Janeiro (Brasil), estado de Vargas (Venezuela), Santa Fe en 2003, La Plata 2013, Concordia 2015 y otras provincias NOA-NEA (Argentina), Bogotá (Colombia), La Paz (2002) y Beni en 2009 (Bolivia), Asunción 2014-2015 y otras ciudades (Paraguay), las sequías en el Gran Chaco con inseguridad alimentaria (Paraguay-Bolivia), las modificaciones de comportamientos de las pandemias de dengue, chikungunya, zika, cólera (Haití) y malaria en América Latina y el Caribe, las etapas invernales con muertes por frío en Puno (Perú) y los eventos climáticos extremos en Centroamérica y el Caribe con huracanes-ci- clones, nos hablan de las consecuencias del cambio climático en la vida y la salud de nuestras sociedades latinoamericanas.
Un evento climático extremo no es ni una catástrofe ni un desastre, ni es “natural”. Desde la salud colectiva latinoamericana trabajamos en el concepto de emergencias sociambientales y la necesidad de su gestión integral.
En este sentido, hay debates impostergables:
1. Cómo fortalecer la capacidad del Estado y refundar rectoría pública de las emergencias, desmilitarizando sus lógicas.
2. Las ciudades, el urbanismo y la desigualdad como potenciadores de las emergencias socioambientales.
3. Cómo promover una cultura y capacidad de planificación estratégica en Gestión Integral de Riesgos de Desastres (GIRD) y una Estrategia Nacional de Prevención, Preparación y Respuesta (PMR) ante las emergencias socioambientales.
4. Desarrollo de sistemas de información de alerta temprana efectivos, junto con una cartografía del riesgo.
En definitiva, se trata de la construcción de una nueva cultura ciudadana preventiva y sustentable. Tenemos que poner en el centro de nuestras preocupaciones la urgencia de modelos de desarrollo saludables porque en estos objetivos se juega el destino de la vida.