Otra evidencia del fin de los géneros
Lentamente, aunque a veces con mucho vértigo, se van deshaciendo las fronteras entre lo femenino y lo masculino. Empiezan a sobrar evidencias del fin de los géneros, del rosa y el celeste como signos de identificación: ¿Hombres depilados? ¿Mujeres tatuadas como camioneros? ¿Túnicas para todos?
Pasó el tiempo, aprendimos a aceptarnos y a tomarnos ciertas libertades. Pero prefiero no hablar de mentes jóvenes, sino mentes amplias.Y gracias a ellas, las tendencias van derribando barreras. Hombres con polleras, trajes con bermudas. De la misma manera, alguna vez la mujer adoptó el pantalón y no se lo sacó más. Ahora, hay hombres que adoptan polleras porque ven en esta indumentaria algo cómodo. La ropa es para jugar, para divertirse, para cambiar roles.
Lo mismo ocurre con la depilación. En lo personal, prefiero afeitarme porque la depilación duele cuando no te acostumbraste desde joven. A mí me gustan más los hombres depilados. Es más higiénico y además una cuestión estética. De la misma manera, las mujeres se animan a los tatuajes en todo el cuerpo. Hay cierto furor por los tatuajes. Hace unos años, era una cuestión rockera. Pero no hay que olvidar que el tatuaje fue la primera herramienta para diferenciarse que tuvo el hombre. Fue su primera vestimenta. Hoy, la mujer descubrió que un cuerpo tatuado es un elemento de poder, se apoderó de eso y lo usa para seducir.
*Estilista y diseñador de moda