Nueva York, sin Reyes: pierde sus jugueterías más famosas
Por los costos, Toys “R” Us abandonó Times Square. Se suma a la partida de FAO & Schwartz, otro emblema.
Adiós a la vuelta al mundo de casi 20 metros de alto, quizás la más imponente instalada dentro de un local. Adiós al T-Rex, el dinosaurio gigante que sorprendía con sus rugidos a los niños. Adiós a la casita de Barbie de dos pisos, que podía albergar decenas de niñas al mismo tiempo. Chicos y grandes están tristes porque cerró un emblema de Nueva York: punto final para Toys “R” Us, la juguetería más famosa de la ciudad y tal vez del planeta, ubicada en Times Square y visitada por millones de turistas.
A las 6 de la tarde del 30 de diciembre, días después de las arrasadoras compras de Navidad, el imponente local de 4 pisos y más de 10.000 metros cuadrados cerró sus puertas para siempre. Ese día se agolparon padres con sus hijos para sacarse fotos junto a la rueda gigantesca, que llevaba a los pasajeros en autitos de Toy Story o con el robot dinosaurio que aún aullaba o con el Playmobil pirata de tama- ño real. Aunque aún existen otras sucursales de la juguetería en los alrededores, el corazón del Manhattan pierde el último ícono donde grandes y chicos se sumergían en un mundo de fantasía.
El cierre de Toys “R” Us de Times Square le sigue a la partida de otro emblema neoyorquino, la juguetería FAO & Schwartz, en la 5ta avenida, a metros del Central Park, que bajó las cortinas en julio por los elevados costos del alquiler del local.
Esta juguetería, fundada en 1862, era la más antigua de la ciudad y célebre por su piano en el piso donde se podía tocar saltando de tecla en tecla, como Tom Hanks y Robert Loggia en la película “Quisiera ser grande”. En 2009, FAO fue comprada precisamente por Toys “R” Us, que ahora también se va de su local insignia.
Toys “R” Us abrió la sucursal de Times Square en 2001, uno de los primeros valientes que se atrevie-
ron a apostar a esa zona, que poco antes había sido sórdido reino de sex shops y shows de strip tease. Ahora, que el área está esplendorosa de rascacielos vidriados y lujosas pantallas digitales el alquiler se hizo insoportable a la empresa.
Desde la compañía contaron a Clarín que aún tienen otras 17 sucursales en la ciudad y que decidieron no renovar el contrato de Times Square, que se vencía en enero, para ahorrar dinero en forma “sustancial”. Buscan un sitio más accesible en otra zona.
Los dueños del inmenso local, Bow Tie Partners, dicen que el nuevo contrato solo por la planta baja costaría hoy 42 millones de dólares por año. Pero la juguetería ocupa otros tres pisos.
“Una tienda podría obtener un descuento razonable, pero igual
mente es mucho dinero para un solo negocio”, dijo Bradley Mandelson, que alquila la propiedad, a The New York Times. En este sitio emblemático ya se sabe que abrirán sus puertas las tiendas de ropa GAP y Old Navy, pero todavía quedan espacios por alquilar.
Ismael Leyva, un arquitecto que trabaja hace unos 40 años en New York, dijo a Clarín que en Times Square las tiendas hoy se localizan “con la idea de promover sus productos más que para la venta. La gente visita el área pero no creo que compre tanto”. Con cierta nostalgia, señaló que en la zona, hoy cubierta de inmensas pantallas digitales, ya no se distingue la arquitectura porque “no hay fachadas, las fachadas son los anuncios”.
En un mundo donde la gente compra cada vez más por internet, los juguetes son reemplazados por la tecnología y los alquileres escalan hasta las nubes, se extrañarán los peluches, los animalitos y las muñecas en Times Square.
Miles de turistas aún espían nostálgicos el interior de la tienda de góndolas vacías a través de las puertas giratorias de vidrio, donde un cartelito escrito a mano advierte que la juguetería cerró para siempre.