De pajaritos a gallinas
El Ejecutivo se niega a aplicar leyes que vota el Congreso dominado por la oposición. Riesgo de parálisis institucional.
Si aquello de que Chávez le hablaba como un pajarito ya fue histórico, ahora va por más: para combatir el “capitalismo salvaje” creó el Ministerio de Agricultura Urbana y decidió dar el ejemplo: puso 50 gallinas en su casa para autoabastecerse.
La cohabitación luce imposible por ahora en Venezuela. El choque de poderes y una parálisis institucional parece ya el destino seguro de la actual etapa de la crisis venezolana. La escalada del conflicto entre el gobierno de Nicolás Maduro y el nuevo Parlamento controlado por la oposición impulsa a Venezuela a una inédito escenario, que complica aún más la solución de la grave debacle económica y profundiza la polarización del país. Un simple dato ilustra las urgencias: este año Caracas debe pagar US$ 10.000 millones en concepto de deuda externa y, según los analistas, no cuenta con esa suma.
Diputados chavistas pidieron ayer al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) –la Corte Suprema venezolana– que declare “nulas” las decisiones del Congreso o Asamblea Nacional (AN) por considerar que cometió “desacato” al juramentar el miércoles a tres legisladores opositores, cuya proclamación había suspendido el órgano judicial al admitir una impugnación del oficialismo. En abierto desafío al Tribunal, al que la oposición acusa de servir al chavismo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) reivindicó con esa jura la mayoría de dos tercios (112 de las 167 curules) que había ganado en los comicios del 6 de diciembre, enterrando 16 años de dominio chavista en el Congreso.
Al mismo tiempo, la mayoría parlamentaria opositora ordenó ayer revisar el expediente de los 13 magistrados que el chavismo había designado irregularmente en los últimos momentos del año pasado para cubrir vacantes de la Corte y torpedear a la disidencia.
Instalando la idea de cuál va a ser el tenor del choque que se asoma, el ex presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, mostró los argumentos de que se valdrá el oficialismo, al ratificar que no aceptarán la legalidad de las leyes que apruebe ese poder. “Pueden sacar cualquier ley, ¿pero dónde la van a publicar? ¿A cuál Gaceta (Boletín Oficial) la van a mandar?...Será en la Gaceta Hípica que la publicarán”, advirtió Cabello. “Eso es ley de acción y reacción. Ustedes recibirán lo que están haciendo, no le van a echar la culpa a los demás”.
El ahora legislador por la minoría insistió en que tampoco se les dará ni un bolívar al Parlamento. “¿ Cómo el Ejecutivo puede dar plata a un Poder Legislativo que no reconoce a los otros poderes? Seríamos cómplices”. Para Cabello, “el conflicto es inevitable. Dicen que nos dan seis meses de vida. Para un golpe de Estado se necesitan cojones. Vamos a ver si los tienen”, afirmó.
En declaraciones al diario online Tal Cual, el constitucionalista Juan Rafalli advirtió que, si el Poder Ejecutivo desconoce las decisiones del Parlamento y no publica las leyes, y por su parte la Corte desconoce lo que deliberen y decidan los legisladores, “vendrá un choque de poderes que va a derivar en una situación de incertidumbre jurídica y política del país en medio de una crisis”, sostuvo.
El martes, en la instalación del Legislativo, Ramos Allup planteó la hoja de ruta de la MUD: presentar en un plazo máximo de seis meses una vía legal para cambiar el gobierno, aprobar pronto reformas económicas y una amnistía para presos políticos, por la cual abogó este jueves la jerarquía católica.
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Diego Padrón, confió ayer en que la AN “tomará medidas que contribuyan a la distensión y la reconciliación, como será la amnistía para los presos políticos y la vuelta de los exiliados”
Al rechazar el ultimátum de los seis meses para revocarlo en referéndum, Maduro advirtió el miércoles a la oposición que la paz de Venezuela depende de que él siga a cargo del gobierno. Fue poco antes de nombrar a un nuevo gabinete nacional en el que colocó como nuevo titular de Economía a Luis Salas, que rechaza negociaciones con la oposición. Ayer, Ramos Allup, nuevo presidente del Congreso, dijo estar a la espera de que Maduro lo invite a Miraflores para dialogar. Pero no hubo señales desde el Palacio. “¿Será que no quiere oír lo que le voy a decir?”, preguntó con sarcasmo el legislador.