Nueva jornada negra en China: caen las Bolsas y sacuden a todo el mundo
La rueda se detuvo en medio del derrumbe de los papeles. Fue la segunda vez desde el lunes. Temor de un crecimiento más atenuado y devaluación del yuan.
China volvió a causar ayer un terremoto en la economía global. Las Bolsas continentales del gigante asiático suspendieron su cotización al hundirse más del 7% tras una nueva depreciación del yuan, arrastrando por segunda vez en una semana a la mayoría de las plazas financieras mundiales.
El lunes pasado ya se había activado este mecanismo en Shanghai y Shenzhen, provocando turbulencias en gran parte de los mercados mundiales. En un intento por atenuar esta crisis, las autoridades chinas anunciaron horas más tarde que desde hoy quedaba suspendido el mecanismo automático de inte- rrupción de las Bolsas en caso de movimientos bruscos.
“Actualmente los efectos negativos del mecanismo son mayores que los efectos positivos. Por tanto, l a Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China decide suspender el mecanismo interruptor, para mantener la estabilidad del mercado”, afirmó el vocero del organismo, Deng Ken.
El mecanismo entró en vigor con el nuevo año y estaba operativo desde el lunes pasado. El sistema establece que cuando el índice conjunto CSI 300 – que agrupa a 300 valores cotizados en las dos Bolsas chinas, las de Shanghai y Shenzhen– baja o sube un 5%, se produce una parada automática de 15 minutos. Si tras la reanudación los movimientos fuertes continúan y se alcanza una variación del 7%, se suspende la sesión hasta el día siguiente.
Según la agencia Bloomberg, las Bolsas de Shanghai y Shenzhen sufrieron 29 minutos de caos total donde los operadores no sabían cómo reaccionar ante la crisis. Cita el caso de un gestor que, abrumado por la situación, liquidó en segundos todas sus tenencias, consistentes en US$ 46 millones. En medio del derrumbe, los fondos de inversión recibieron una avalancha de llamados de clientes enojados porque sus operaciones se cancelaban prematuramente.
Ante este escenario, y sólo media hora después de que empezara la sesión, se cerraron ambas Bolsas cuando el índice de Shanghai caía 7,32% y el de Shenzhen perdía 8,35%.
Como ya ocurrió el lunes de esta semana, el desplome de ayer repercutió con fuerza en las demás plazas mundiales. En Asia cayeron las Bolsas de Tokio un 2,33% y Hong
Kong un 3%. En Europa, en tanto, Londres perdió 2%, París 1,7%, Frankfurt 2,4% y Madrid 1,6%. Wall Street abrió también en claro retroceso y terminó cerrando un 2,32% abajo.
El hundimiento de las Bolsas chinas coincide con la preocupación sobre el freno de la segunda economía mundial. El Banco Central chino prevé que el crecimiento en 2015 sea del 6,9%, su nivel más bajo en los últimos 25 años. El sector industrial chino muestra el menor crecimiento en cinco meses continuados y las exportaciones con el indicador más bajo en 15 meses.
Pero otro factor ligado a este problema es el debilitamiento de la moneda china, el yuan. Ayer, las autoridades del Banco Popular de China (BPC) volvieron a bajar su cotización de referencia frente al dólar en 0,51%, hasta 6,5646 yuanes por dólar, la tasa más baja desde marzo de 2011.
Desde agosto hubo dos devaluaciones, una del 2% y otra del 2,6%. Pero los especialistas consideran que la autoridad monetaria podría dejar caer al yuan entre un 10% y un 15% de forma drástica y rápida, ya que la lenta devaluación que se está implementando podría estar haciendo más mal que bien a las finanzas del país. El BPC viene gastando miles de millones de dó- lares para comprar yuanes en los últimos meses, con el fin de mantener el tipo de cambio de la divisa china en un rango estable frente al dólar.
La situación económica china preocupa en todo el mundo, ya que está dejando de ser la gran locomotora de la economía global, que también está en crisis. Uno de los gurús de la finanza mundial, el multimillonario estadounidense George Soros, explicó el problema destacando dos aspectos de la economía china.
Primero, dijo, “China tiene un gran problema de ajuste”. “Yo diría que se trata de una crisis real. Cuando observo los mercados financieros, veo una situación grave que recuerda la crisis que tuvimos en 2008”, explicó, en referencia al colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos que derivó en la llamada crisis de las hipotecas subprime y la actual crisis global.
Por otro lado, Soros señaló que China está transitando una modificación de su modelo económico. La economía del gigante asiático, destacó, se encuentra en un período de transición de una de inversiones y manufacturas a otra de consumo y servicios. En este marco, la devaluación de su moneda ha transferido los problemas al resto del mundo, afectando especialmente las materias primas.