Osvaldo sintoniza con Carlitos
Cumplió su primer día de entrenamiento. El fin de semana no descansará. Arruabarrena confía en la sociedad con Tevez.
Ya se había dado el gusto en la tarde del miércoles, cuando bajó casi corriendo de su habitación para sumarse al resto de sus viejos-nuevos compañeros. Aunque apenas había sido por un rato. El sabor fue distinto en la mañana de ayer, cuando fue uno más desde el comienzo. Los rayos del sol pegaban de lleno en ese look rockero que lo acompaña siempre. El tipo escuchaba atentamente a Rodolfo Arruabarrena, en el medio del semicírculo que habían formado los jugadores frente al cuerpo técnico. Después, se juntó con el DT, que lo rodeó con un brazo por los hombros, y hubo palabras de bienvenida de uno y otro lado. Daniel Osvaldo manifestó entonces su alegría por volver a encontrarse en ese lugar que, aun cuando no lo conocía, ya sentía como su guarida, su refugio en el mundo. Lo había comprobado el año pasado, pero como todas las cosas buenas, aquello duró demasiado poco. Por eso no le importó correr bajo las decenas de palmas que golpeaban su espalda, ya que funcionaban como aquel pellizco que demuestra que lo que se está viviendo es parte de la realidad. Osvaldo está de regreso en Boca y su DT apuesta a que la cercanía con Tevez lo haga explotar dentro de la cancha y lo modere afuera.
Los abrazos con Carlitos y Agustín Orion, entre otros, fueron el prólogo para una práctica que demostró lo que luego comentarían jugadores y cuerpo técnico: “Está enchufadísimo y se lo ve muy bien en lo físico”. Aun así, el goleador no se tomará el retorno a la ligera y no quiere perder tiempo. Por eso, durante el fin de semana, cuando el cuerpo técnico libere al resto del plantel, Osvaldo se quedará realizando trabajos extra junto al profe Gustavo Roberti, preparador físico del equipo.
En las distintas tandas de ejercicios, tanto a Osvaldo como al resto de los jugadores se los exige fuerte. Tres turnos para poner a punto cuerpos que deberán soportar tres competencias, aunque una de ellas será sólo una final -ante San Lorenzo, por la Supercopa argentina y el boleto a la próxima Sudamericana-, con todo lo que eso implica.
En el primer tramo, de carrera con variaciones de velocidad, se cruzaron, charlaron y sonrieron los dos 9 cuya convivencia la dirigencia soñaba para este semestre, aunque todos los miembros sepan que no será posible: hoy -a lo sumo mañana- quedaría sellado el pase de Jonathan Calleri al Bologna de Italia, previo puente por el Deportivo Maldonado de Uruguay (una sociedad anónima deportiva). Esa movida, cuanto menos extraña, intrincada y polémica aunque legal, permitirá el pase, ya que el delantero no será transferido directamente desde el grupo inversor que le dejó a Boca 12 millones de dólares limpios (cosa que sí está prohibida por la FIFA) sino de club a club.
Hoy, cerca del mediodía, Osvaldo firmará su vínculo con Boca por los próximos 18 meses y será presentado oficialmente. Será así la confirmación de lo que muchos (incluido su propio representante) no confiaban en que sucediera pero varios otros tenían por seguro: que volviera a vestir los colores que más quiere. Intentará que la historia tenga un comienzo igual de idílico que en su primera etapa pero con distinto final. Hará dupla de ataque con su amigo Tevez en un equipo que invita a soñar a todo el pueblo azul y oro.