Clarín

VILLAGRA Ratificó su clase, pero esta vez sobre un camión

Múltiple campeón de motocross, supercross y rally, asumió el desafío de cambiar de vehículo y manda en Bolivia.

- UYUNI, BOLIVIA. ENVIADO ESPECIAL Miguel Angel Sebastián msebastian@clarin.com

Los argentinos siguen haciendo historia en este Dakar 2016. La alegría y la sorpresa vinieron en esta quinta etapa por el lado de Federico Villagra, al trepar al tope de la general en los camiones. “Nos favoreció la lluvia, ya que en el barro pudimos recuperar el tiempo perdido por un problema de frenos y por andar casi 40 kilómetros en la tierra de un buggy”, contó con su habitual tranquilid­ad este cordobés de 46 años, conocido como el Coyote, al llegar al campamento boliviano de Uyuni.

“¿Y por qué no ?”, había sido la respuesta que a mediados del año pasado le dio Villagra a Andrés Memi cuando éste le propuso juntarse con el holandés Gerard De Rooy, referente de las carreras de camiones y ganador del Dakar 2012, para alquilarle un camión y correr el Dakar. Amigos desde hace 35 años,Villagra y Memi también fueron acérrimos rivales en el motocross nacional, cuando en los ‘90 el Coyote empezó a ganar títulos en recordados duelos con Andrés.

Antes de largar en Tecnópolis como uno de sus tripulante­s, Memi reconoció que no aceptaría ser navegante de otro piloto que no fuese Villagra. “Tiene un manejo increíble, veloz y seguro”, explicó. Ayer el tercer hombre sobre el Iveco fue Jorge Pérez Companc, uno de los hijos del hombre más rico de la Argentina y el habitual ocupante de la butaca derecha de Villagra en sus incursione­s en el Rally mundial y en las anteriores presencias en el Dakar.

“Vamos ver qué pasa en Marruecos y después vemos qué hacemos”, coincidier­on Federico y Andrés antes de hacer nuevos planes. Pasaron muchas cosas y buenas sobre las arenas del Rally de Marruecos, porque Villagra se destacó con un meritorio tercer puesto en su debut, que además tuvo el plus de un triunfo en una etapa. Terminó tan satisfecho como cansado físicament­e, pero contento y animado para seguir con el desafío.

“A diferencia de las motos y los autos, la conducción de los camiones provoca un tremendo desgaste físico, especialme­nte en la cabeza, cuello y brazos. Por eso tendré que intensific­ar mi preparació­n física”, había explicado Villagra hace un mes, en la presentaci­ón del equipo de cinco camiones, que además de Villagra y De Rooy comprendió otras 3 tripulacio­nes extranjera­s.

“Es divertido manejar un camión, pero también es muy difícil, porque va rápido y hay que acostumbar­se a llevarlo con firmeza”, agregó sobre la parte que más disfruta, como lo es la de llevar lo mejor posible este Iveco Powerstar, un monstruo mecánico de 8.600 kilos, impulsado por un motor de 12 litros de cilidrada con una potencia de 900 HP y que alcanza una velocidad de 140 km/h.

“¿Y por qué no?”, segurament­e se habrá preguntado Federico frente a este Dakar, al plantearse, fiel a su espíritu altamente competitiv­o, la posibilida­d de ganarlo en su debut. No era una parada fácil invadir terreno que desde hace años se disputan los pilotos rusos, checos y holandeses, pero el respaldo de sus múltiples títulos nacionales, entre motos y autos, daban para encender la ilusión.

Otro argentino hizo historia en este sorprenden­te Dakar 2016. Fue Federico Villagra. El tercer puesto en la etapa, detrás del ruso Nicolaev (Kamaz) y del checo Kolomy (Tatra) le alcanzó para en la suma general trepar a la cima de las posiciones. Y desde arriba el Coyote comenzó a aullar, como para que desde ahora lo tengan en cuenta en esta lucha de pesados.

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IVECO Gigante. “Manejar un camión provoca un tremendo desgaste físico”, admite Federico Villagra (Iveco).
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