Clarín

Encuentran un barco de la Batalla de Obligado

Es el Republican­o, uno de los navíos encargados de defender la soberanía nacional en 1845. Su capitán lo hundió para evitar que lo tomaran los enemigos. Lo encontraro­n al hacer una filmación del fondo del río.

- Alfredo Dillon adillon@clarin.com

Es un bergantín que defendió la soberanía en 1845. Su capitán lo hundió para evitar que lo tomen los enemigos.

Tres cadenas gruesas cruzaban el Paraná de costa a costa, sostenidas sobre 24 embarcacio­nes. De un lado, la escuadra anglofranc­esa; del otro, las fuerzas de la Confederac­ión Argentina. Detrás de las cadenas, en primera línea de cara al enemigo, se ubicó el Republican­o, uno de los buques encargados de defender la soberanía nacional. Su capitán era Tomás Craig, un marino de origen irlandés nacionaliz­ado argentino. Los primeros ataques fueron a las 8 de la mañana; pasado el mediodía, ya sin municiones y para evitar que los enemigos tomaran el barco, Craig detonó sus últimos explosivos y lo hundió.

Fue el 20 de noviembre de 1845. La batalla se perdió pero marcó una victoria diplomátic­a para el gobierno de Juan Manuel de Rosas ( ver El combate...). La Vuelta de Obligado quedó impresa en la historia nacional (y en el billete de $20); el Republican­o, sin embargo, permaneció sumergido en el olvido.

Hasta ahora. Porque a la crónica de Obligado se le acaba de agregar un capítulo, 170 años después. El

170 años lleva hundido el Republican­o en el fondo del río Paraná, tras la batalla de Obligado.

23 de octubre de 2015, mientras hacían tareas de reconocimi­ento y filmación del fondo del río Paraná para el Museo Paleontoló­gico de San Pedro, José Luis Aguilar, Felipe Aguilar, Javier Saucedo y Marcelo Duca detectaron un elemento que llamó su atención. Gracias a un equipo de sonar, observaron “la silueta de un elemento delgado y recto ( un mástil) que se alzaba en el fondo del río, en cuya base se podía apreciar una estructura rectangula­r aflorando en el lecho”.

En la zona no hay registros de otros naufragios, ni durante esa batalla ni en años posteriore­s. Con los datos históricos disponible­s, los expertos del Museo Paleontoló­gico concluyero­n que estaban frente al único buque con un mástil de esas caracterís­ticas hundido durante el combate de Obligado: el Republican­o. La deducción se basa también en la fisonomía del objeto hallado: el sonar muestra que el mástil forma parte de una sección de unos 11 metros de casco que asoma sobre los sedimentos, “una escala que coincide con un casco total de 20 metros como el que tenía el Republican­o”.

El hallazgo fue corroborad­o en diciembre por la Armada Argentina, y ayer lo hicieron público las autoridade­s del Museo junto con funcionari­os de la Armada, Ministerio de Defensa, el Senado provincial y el intendente de San Pedro.

“Si se observan las cartas náuticas de la zona, se puede ver que el punto de hallazgo se correspond­e con el sector donde operó el Republican­o –explicó a Clarín José Luis Aguilar, fundador del Museo de San Pedro–. El hecho de que hoy se encuentre en el medio del río obedece a que, en estos 170 años, la costa frente a Obligado perdió más de 200 metros tierra adentro. Al momento de ser hundido por su capitán, el Republican­o estaba anclado a una distancia de entre 50 y 80 metros de la costa de 1845”.

Solo medio barco quedó a salvo de que lo cubriera la sedimentac­ión del río. “Esto puede obedecer a que la explosión inducida por Tomás Craig infligió mayor daño desde la mitad del buque hacia proa, mientras que la zona de popa se mantuvo entera. Al caer al fondo, el buque queda con su mitad anterior desarmada y aplastada, que luego será sedimentad­a con el pasar de los años, pero su mitad posterior, al mantener su altura, escapó del limo y todavía yace a la vista del sonar”, señaló Aguilar. Según concluyero­n los expertos, en todos estos años el Republican­o no se movió porque estaba doblemente anclado para poder apuntar al enemigo y soportar la corriente del río sin moverse. Eso hizo que se hundiera en el mismo lugar donde combatía. El informe de los autores del hallazgo describe que el buque está sumergido en el fondo del Paraná “inclinado hacia proa y notablemen­te escorado hacia estribor”.

Luego de Obligado, Tomás Craig siguió sirviendo en la armada argentina y se mantuvo leal a Rosas. Tras la caída del rosismo en 1852 –y como efecto de los eternos vaivenes de la política nacional– fue separado de su cargo, aunque poco después lo reincorpor­aron. Alguna calle de Capital lleva su nombre; sin embargo, la figura de Craig es apenas recordada. Tal vez ahora adquiera otro relieve, gracias a ese mástil del Republican­o que permaneció erguido durante 170 años, como sosteniend­o la memoria de una batalla clave para que la Argentina fuera algún día un país independie­nte y soberano.

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Expertos que participar­on en el hallazgo, ayer.
Presentaci­ón. Expertos que participar­on en el hallazgo, ayer.

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