“Los grandes aportan la cabeza”
Pablo Guede se fue de Nueva Chicago a mediados de 2013, después de ganar el ascenso a la B Nacional con un equipo que asombró por su juego. Y partió hacia Chile antes de comenzar a dirigir en la segunda categoría argentina porque, entre otras cosas, sentía que “ya le había sacado todo el jugo al plantel” y, además, que debía hacerse cargo alguien “más capacitado”. -¿Qué cambió en vos para que hoy asumas este desafío? -Tener un año y medio en Palestino y haber disputado todos los torneos. Ya me equivoqué como me tenía que equivocar, ahora que venga un club grande. Lo que más me atrae es la jerarquía de los futbolistas que hay acá. Lo más importante en el fútbol son los jugadores, eso es lo que más seduce. Dame entrenar al Pipi (Romagnoli), a Ortigoza, a Mercier, a Blanco, a Caute, a Caruzzo... te los nombraría a todos. Quiero este desafío, esto es crecer. En Chicago nos fue muy bien en la Primera B. En Palestino, en Chile, sumé otro escalón. Ahora quería algo más. Y San Lorenzo me daba lo que yo necesitaba. -Este es un plantel con algunos jugadores de edad y experiencia. Hace tiempo se habla en San Lorenzo del recambio generacional. ¿Sería un problema asumir la depuración? -Mirá, en Chicago tuve a un Gomito Gómez que, con 40 años, presionaba los 90 minutos. Confío mucho en los jugadores grandes. Los jóvenes te dan la intensidad, pero los “viejos” te aportan la cabeza. A mí dame once que entiendan el juego, sin importar la edad. En el plantel están los que yo quiero que estén, y todos corren con la misma ventaja. Después se lo ganan ellos, día a día. Si un pibe hace las cosas bien y está mejor que el grande, jugará el pibe. Pero a los jóvenes los hacen mejores los grandes. Y yo acá tengo buenos grandes, buenos líderes positivos.