Clarín

Transición con un costo desconocid­o

- Ricardo Kirschbaum

La única misión que el ex ministro Kicillof cumplió con eficiencia, y que tal vez haya sido la misión principal que le encomendó Cristina Kirchner, fue la de llegar al final pedaleando los problemas para que el sucesor, Macri o Scioli, tuviera la riesgosa tarea de intentar apagar la mecha. La Presidenta unió lo útil a lo agradable: fue Macri el que ganó la disputa. No sabemos con qué optimismo vio el nuevo Gobierno semejante panorama confiado en tener la capacidad para resolverlo, pero sí sabemos ahora de su preocupaci­ón porque el período de idilio con la sociedad se vaya diluyendo y la inflación, lejos de ceder, siga vivita y coleando. Si el final del cepo al dólar no produjo el estallido tan anunciado por el kirchneris­mo en la campaña del miedo, sí se escaparon los precios.

Hay conductas que responden más a un patrón histórico, a un interés determinad­o, que a una filiación política. La respuesta al Gobierno actual, en muchos casos, respondió a esa certeza. Por ejemplo, el macrismo salió a cumplir con una promesa de campaña y bajó las retencione­s. Se podrá decir que hubo cierta impericia pero lo que el sector agropecuar­io no puede decir es que se in- cumplió. El resultado, sin embargo, dejó perplejos a los funcionari­os. La liquidació­n de los dólares fue la mitad de lo esperado, esperando la segunda etapa de la rebaja de retencione­s.

Tampoco la conducta de los formadores de precios siguieron la senda de las expectativ­as de los funcionari­os. Desde noviembre, cuando el kirchneris­mo –que maltrató al sector agropecuar­io y que apretó hasta el hueso a estos sectores– vio que todo terminaba, hubo una remarcació­n muy fuerte. Después vino el sinceramie­nto de las tarifas eléctricas. Falta las de gas, que parecen postergars­e por razones políticas, y vienen las paritarias. “Hugo, estoy preocupado por la inf lación y necesito que los gremios me ayuden”, le dijo Macri a Moyano en un diálogo que Marcelo Bonelli reveló en Clarín del viernes. Respuesta: “Ningún gremio va a aceptar la pauta del 25%”. Macri busca en el sindicalis­mo el apoyo que no consigue en la medida que quiere de los sectores que, a priori, apoyaron al macrismo a hacerse del poder.

El fortísimo déficit fiscal que dejó Cristina no puede ser remediado en el corto plazo. La financiaci­ón externa requiere una negociació­n previa con los fondos buitres, que está abierta, pero lejos de estar concluida. La salida inmediata es seguir imprimiend­o billetes hasta que la transición concluya. ¿Cuánto llevará ese proceso? y, más importante, ¿qué caudal político se llevará con él?

Macri busca comprensió­n en los sindicalis­tas, mientras espera que los sectores empresario­s expresen en los hechos su respaldo retórico

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina