El Presidente reduce la custodia y planea cambios en la Casa Militar
En el primer piso de la Casa Rosada varios custodios revoleaban sus cabezas y caminaban apurados: el Presidente se les había escabullido en una de las recorridas que, cada vez que puede, hace por los pasillos. Uno de ellos encontró consuelo en un funcionario, al que –advirtió– en su misma situación: “Estamos buscando lo mismo, ¿no?”, le dijo. La escena, que se dio el mismo día que se confirmó el encuentro con el Papa, es sólo una anécdota del estilo al que debió adaptarse la Custodia Presidencial, acostumbrada al recelo de Cristina. Por eso, pese a haber ungido al teniente coronel Jean Pierre Claisse como jefe de la Casa Militar, el Gobierno prepara cambios en la custodia de Mauricio Macri.
Claisse, que asumió en diciembre en reemplazo de Agustín Rodríguez, viene trabajando en el equipo de custodia presidencial desde hace seis años y tiene una amplia experiencia en el terreno. Este detalle fue clave para que fuera confirmado en el cargo, pese a haber ingresado durante la gestión kirchnerista. En el macrismo, incluso, la mayoría destaca su pro- fesionalismo, pese a que también hay quienes alertan sobre sus presuntas vinculaciones con el ex jefe del Ejército César Milani y sectores de Inteligencia.
Ahora, ya adaptado a su nueva rutina, el Presidente cree que están dadas las condiciones para imponer el mismo estilo que mostró en la Ciudad y que se vio durante la campaña: pocos custodios y, cuanto más lejos, mejor. “Al Presidente le molesta tener tantos custodios, moverse con delegaciones grandes. Y para la actual Casa Militar eso es algo natural”, explicó una voz, al tanto de la situación. Algo de razón tiene: Cristina solía manejarse con una tropa de custodios más nutrida que otros presidentes.
Pero el asunto también tiene una explicación económica. Macri advierte que no puede quedar al margen de los gestos de austeridad que les pide a sus ministros. Y busca reducir al máximo sus comitivas. Por caso, a Davos, junto a Claisse, viajaron cinco custodios, algo que no termina de convencer al Presidente. Y ahí hay opiniones contrapuestas: según a quien se consulte ese número puede resultar exiguo, suficiente o –como cree Macri– abultado.
Por eso, luego de varios tironeos, en el Gobierno analizan cambios en la Casa Militar, que a través del decreto 255/15 fue transferida por Macri a la órbita de la Secretaría General que dirige Fernando de Andreis. Y es un secreto a voces que en los próximos días Claisse dejaría el cargo, pese a que hasta el arribo de su predecesor, Agustín Rodríguez, quien estuvo 4 años, la permanencia en el puesto era de dos años.
De todos modos, en el Gobierno hay una buena valoración de la actitud de Claisse. Especialmente en el cambio que había ordenado en torno al personal de Seguridad de la Casa Rosada. Es que Claisse dio la orden para que adaptarse a la nueva lógica de “puertas abiertas” que impuso Macri, principalmente en el trato a la prensa, y levantó la veda a sectores de la casa que durante años habían sido virtualmente cerrados sin motivo.
Aún cuando es inminente su salida, circulan varios nombres como posibles reemplazantes pero ningún favorito. “El que venga se tiene que adaptar al cambio”, dijeron.