Aldosivi hace feliz a Mar del Plata Análisis
Venció 3-2 a Argentinos. Jugó un buen primer tiempo y, al final, terminó sufriendo para mantener el triunfo. La Feliz le dicen a esta ciudad. Y nunca mejor puesto el sobrenombre, sobre todo si se dan una vuelta por el estadio José María Minelli. Ahí mismo Aldosivi, el crédito del Puerto, no para de
pescar éxitos. Teté Quiroz, viejo lobo de mar, armó un equipo que sorprende en la Zona 2. Seis puntos y media docena de goles consiguió en las dos primeras fechas. Suficientes para mandar en el petit torneo. Aunque Argentinos mereció el empate en el segundo tiempo. Por su búsqueda, aun entre las imprecisiones. Y se fue entre broncas por el gol anulado a Braian Romero en el final, aunque hay que darle la derecha
al asistente Gustavo Vázquez.
Aldosivi jugó mejor en el primer
tiempo, lapso en el que sacó la ventaja determinante. Un cabezazo de Jonathan Galván, apenas comenzó el partido, puso en ventaja a los marplatenses, que tuvieron otras tres posibilidades: un zurdazo de Cristian Llama de media distancia que se perdió muy cerca del pos- te izquierdo de Camilo Vargas; un centro de Franco Canever que Galván conectó de cabeza sin éxito; y una chilena de Sebastián Penco que tapó el arquero colombiano.
No pudo aumentar el Tiburón. Y en una pelota parada, Héctor Paletta observó un agarrón de Gustavo Ortiz sobre Emilio Zelaya. No pareció. Pero Federico Insúa lo empató desde los doce pasos.
Duró poco la reacción del Bicho. Porque Aldosivi tiene un jugador distinto: Santiago Rosales. Fue decisivo en el segundo gol. Su buscapié terminó con Llama definiendo por el segundo palo. Y al toque, Cristian Ledesma tomó de la camiseta a Martín Rivero. El estricto Paletta cobró penal. Y Gastón Díaz, un especialista, marcó el 3 a 1.
Carlos Mayor metió mano en el banco. Y Argentinos mejoró. Con Braian Romero y, especialmente, con Lautaro Rinaldi. El 9 visitante se movió muy bien en el área. Y descontó. Entonces, se envalentonó el equipo de La Paternal. Y fue por más. Lo encerró a Aldosivi, que terminó aguantando, apostando a la contra y con un hombre menos por la expulsión de Lamberti.