El gol de Viatri salvó la noche Análisis
Lucas Viatri fija sus ojos en la pelota que le viene hacia él a unos 20 metros del arco y su cuerpo ejecuta la técnica perfecta para clavar un bombazo con su pierna derecha. Es el 1 a 0. Merece tanto la descripción porque se trató de la expresión más
cercana a lo más lindo de este deporte en el bajísimo primer tiempo de este partido.
Los 39 minutos anteriores a este gol del ex delantero de Boca y de Banfield fueron de bajo vuelo, hasta -si se quiere- estratégico: los centrales de ambos equipos fueron quienes más posesión tuvieron de la pelota y enseguida la rifaban por incapacidad propia o por falta de desmarque de sus compañeros.
Lo que sí logró el golazo de Viatri -reemplazado en los inicios del segundo tiempo, debido a una fuerte contractura- fue darle aplomo al visitante con una tarea incasable en la recuperación y en la gesta-
ción del juvenil volante Santiago Ascacibar. Pero le costó a Atlético de Rafaela mejorar su postura. El equipo de Jorge Burruchaga careció de rebeldía, incluso pasados los 25 minutos del complemento. Fue Estudiantes quien siguió con el envión una vez abierto el marcador. Jonathan Schunke casi estira la diferencia de cabeza y Augusto Solari -por apresurado- no supo resolver los contraataques que protagonizó. En ese momento del partido, Es
tudiantes encontró más espacios y surgió -en espasmos- Gastón Fernández como conductor ideológico de la ofensiva.
Por su parte, reaccionó tarde Atlético de Rafaela. Se dio cuenta de que sólo había un gol de distancia cuando el tiempo se acercaba a su fin. Facundo Parra -ingresó tarde también- casi empata y fue quien más inquietó con su sola presencia en el área.
Esta segunda fecha mostró una faceta muy diferente para ambos. Estudiantes castigado con un plantel diezmado por las suspensiones del clásico de verano con Gimnasia, tras la caída ante Lanús halló ayer un poco de aire y algunos pasajes para recobrar la esperanza.
En cambio, Atlético de Rafaela, con un renovado plantel muy diferente al del torneo pasado, disipó todo lo bueno que había ofrecido en el debut ganador ante Huracán. Anoche evidenció falta de carácter y poca audacia para sumar una decepción en su casa.