Una historia
La tapa de El Gráfico, la revista deportiva por antonomasia en el siglo XX, muestra a dos velocistas de leyenda. Uno, Adelio Márquez, con los colores de San Lorenzo. El otro, sonriente a su lado, es Gerardo Bönnhoff. Ambos mantuvieron un histórico duelo en los 100 y 200 metros. Ambos transmiten energía y es fácil imaginarlos con el paso elástico y el porte atlético en una de las pistas porteñas de los 40.
“Tuve la fortuna de tenerlo como preparador físico en mi carrera de
árbitro de fútbol”, contó el ex referí de la AFA Pedro Feola. “Recuer
dos de un gran atleta” fue el título de su carta homenaje al corredor Adelio Márquez.
El récord de Adelio lejos estaba en el tiempo de los 9s58 del velocista jamaiquino Usain Bolt. Aun así, nacido el 23 de marzo de 1924, Adelio Márquez marcó toda una época entre los velocistas argentinos entre 1943 y 1947. Por su nivel de marcas y por los recordados duelos con Gerardo Bönnhoff, luego finalista olímpico. Márquez integraba la más poderosa formación atlética de esa época, que dirigía el profesor Francisco “Pancho” Mura en San Lorenzo de Almagro, dominando los Campeonatos Interclubes. “Todo esto vino a mi memoria, porque fue mi preparador físico en mi carrera de árbitro de fútbol. El nos enseñó a mejorar nuestro estilo y elegancia de correr la cancha, entre tantas cosas. Sobre todo quiero destacar su calidad humana, su humildad y sencillez, que sólo poseen los grandes de verdad. Siempre será recordado por mí, por lo que me enseñó, por su porte distinguido y sus méritos deportivos. Mi emoción y gratitud a su figura”,