Manteros: volvieron a vender en Flores tras los incidentes
Armaron los puestos en veredas de Avellaneda y Campana, desde temprano. No ocuparon la calle.
Tras el mega operativo de la Policía Federal y los incidentes del viernes, ayer, los manteros volvieron a instalarse en el barrio porteño de Flores. Comenzaron a armar sus puestos sobre avenida Avellaneda, en el cruce con Campana, alrededor de las 8 de la mañana. Hubo reacciones: desde la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) volvieron a reclamar que continúen los operativos de desalojo y se mantenga la presencia policial en la zona. Allí se concentra la mayor cantidad de mercadería ilegal de la Ciudad.
El viernes, la Policía llegó hasta el lugar con patrulleros y carros hidrantes para desalojar a los manteros que estaban sobre la avenida Avellaneda.
Como no los dejaron ocupar las veredas, alrededor de las 9.30 de la mañana habían decidido cortar un carril de la avenida, a la altura de la calle Concordia, y hubo enfrentamientos. “Vinimos como todos los días a trabajar y nos encontramos con que no nos dejaron armar los puestos. El corte de la avenida Avellaneda no fue premeditado, fue forzado”, le dijo a Clarín una de las vendedoras, después de los incidentes. “La policía comenzó a empujarnos y cuando les preguntamos por qué tiraron gas pimienta. A una mantera en silla de ruedas la agarraron salvajemente y la corrieron” .
Tal como lo había anticipado el vocero de la asociación Vendedores Libres, Omar Guaraz, los manteros decidieron en asamblea ir ayer a vender, como siempre, y así lo hicieron.
También fue al lugar Arturo Stabile, vicepresidente de FECOBA, quien recorrió esas calles junto a otros comerciantes. Ellos confirmaron que la intensidad de la venta era parecida a la de otros fines de semana, aunque dijeron que los manteros no ocuparon las calles con pallets de madera a modo de extensión de sus puestos, como suelen hacer.
Desde la Federación indican que durante los fines de semana, en esa zona, se registraron entre 1.000 y 1.200 puestos, aunque el número supo llegar hasta 3.000, por lo que los vendedores ilegales terminan ocupando un carril a cada una de las manos de la avenida Avellaneda.
“La venta en comercios viene cayendo de un año a otro dado el fenómeno ‘manteros’ entre unos 20 y 40 %. Los rubros más atacados son los de indumentaria y calzados”, afirmó Stabile.
Se estima que, hoy, en esta zona hay 11 locales en alquiler y entre 15 y 20 comerciantes que decidieron no renovar el contrato, en el marco de esa situación.
Stabile también reclamó que continúen los operativos de desalojo y que “se mantenga la presencia policial durante un tiempo” para evitar que vuelvan a instalarse los vendedores. Y aseguró que los comerciantes están de acuerdo con la nueva política que se está llevando para desalojar la vía pública.
“Creemos que el uso del espacio público es central para la convivencia y necesitamos recuperarlo”, dijo al respecto el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo. Y sostuvo que para lograrlo se requiere de “un fuerte trabajo del sector judicial” para lograr el cumplimiento de las sanciones. “Hay que distinguir entre el artesano del mantero que vende ropa con infracción a la ley de marcas”, apuntó el ministro.
El día anterior, Guaraz había explicado que tomaron la decisión de replegarse para evitar la represión. Denunciaron que no les dejaron vender, mientras que desde la policía argumentaban que se presen
taron en el lugar por la protesta que hicieron sobre la avenida, y no para desalojarlos.
“Se acercaron efectivos de la Policía Federal y le dijeron a cada uno de los manteros que levantaran sus pertenencias porque había una orden de no dejarlos instalarse. Ante esta situación, los trabajadores decidieron realizar un corte sobre la calle Avellaneda para exigir una respuesta”, relató Guaraz.
“No queremos que venga un funcionario y nos dé una palmada, como ya pasó con otros manteros desalojados en Caballito, Belgrano y otro sector de Flores, sino que esperamos soluciones reales”, apuntó.
En diciembre, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) había relevado 1.011 puestos ilegales en la avenida Avellaneda, 255 de los cuales estaban en una sola cuadra, entre Nazca y Helguera.