Procesan y embargan a De Vido en $ 600 millones por la tragedia de Once
El juez Bonadio lo acusa de descarrilamiento agravado y administración fraudulenta contra el Estado. El ex ministro era el jefe de Jaime y Schiavi, condenados a 6 y 8 años de prisión.
El juez Bonadio lo acusa por el choque del tren contra un andén de la estación. También lo hizo por las 51 muertes y los 789 heridos que causó el episodio. Asegura que el ex ministro de Kirchner y Cristina no controló bien el estado de los trenes ni la política de subsidios.
Julio Miguel de Vido, el ministro más poderoso de los gobiernos kirchneristas, fue procesado por la tragedia de Once y deberá responder por la muerte de 51 personas, incluyendo una embarazada, y por las lesiones que sufrieron 789 pasajeros. El actual diputado nacional enfrenta cargos por “descarrilamiento de tren agravado “y “administración fraudulenta contra el Estado”, y se le trabó embargo por $ 600 millones.
La decisión de procesar al ex ministro de Planificación Federal la tomó el juez federal Claudio Bonadio, quien el 21 de abril lo había citado a indagatoria. La situación de De Vido en esta causa fue llamativa: en la etapa de instrucción Bonadio ni siquiera lo había llamado a declarar, pese al insistente pedido de los familiares de las víctimas. En el juicio oral terminaron condenados los dos secretarios de Transporte que reportaban al ministro, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Y fue el Tribunal Oral Federal N° 2, que tuvo a su cargo el juicio, el que en su fallo del 29 de diciembre ordenó que se investigara también a De Vido, porque entendieron que “difícilmente se puede alegar un desconocimiento de las circunstancias que aquí hemos probado”, en referencia a la responsabilidad penal de Jaime, Schiavi, el dueño de la ex concesionaria TBA Claudio Cirigliano y el resto de los condenados.
Ahora Bonadio actuó en linea con esa decisión del Tribunal. En su fallo de ayer consideró entre otras cosas que “el imputado tuvo efectivo conocimiento del deficien
te estado del material rodante de la concesionaria, como así también del sostenido decaimiento de los bienes dados en concesión para la prestación del servicio”. También entendió que “durante su gestión como máxima autoridad del Ministerio de Planificación Federal se posibilitó a ciertas empresas concesionarias el manejo discrecional de los fondos transferidos por el Estado”. El juez también procesó y embargó a Jorge Simeonoff, el ex titular de la Unidad de Renegociación de Contratos con las concesionarias, y a Silvia López, directiva de la empresa de los hermanos Cirigliano.
La tragedia sucedió el 22 de febrero de 2012, cuando el tren Chapa 16 del ferrocarril Sarmiento se estrelló contra el paragolpes del andén 2 de la terminal de Once. En el juicio fueron condenados Cirigliano (nueve años), Schiavi (ocho), Jaime (seis), el maquinista Marcos Córdoba (tres) y otros ex funcionarios y directivos de la concesionaria TBA.
En su indagatoria De Vido recusó al juez Bonadio y presentó un escrito en el que aseguró que la culpa fue del conductor de la formación, porque “mantuvo la velocidad constante del tren en aproximadamente 20 km/h durante los últimos dos kilómetros del recorrido. Ese es
un error humano muy claro que explica el lamentable desenlace”. Fue el mismo argumento de los ex funcionarios y concesionarios durante el juicio oral.
El problema para De Vido es que el Tribunal rechazó esa lógica. En su fallo, los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Tassara y Jorge Gorini entendieron que “las autoridades de TBA tomaron la determinación de que la flota de material rodante a su cuidado prestase servicio en un deplorable estado de
mantenimiento, situación que les permitió solicitar la reconstrucción integral del material rodante con fondos del erario público y en beneficio de la empresa, evidenciándose así la complicidad con los funcionarios del área de Transporte”.
Esta postura es la que siempre sostuvieron los familiares de víctimas y sobrevivientes del choque del tren, para quienes siempre estuvo claro que, más allá de lo que haya hecho el conductor, la tragedia se produjo porque el tren estaba en pésimo estado, y citan como ejemplo que muchos pasajeros fallecieron porque los vagones se montaron uno sobre otro tras el impacto. Por eso, ayer los familiares se mostraron “satisfechos” con el procesamiento de De Vido (ver
Un paso adelante...).