Un hombre del riñón K que rompió el silencio
Quiroga dirigió dos petroleras de Báez. Y le advirtió que no expusiera a su hijo Martín. Lo echaron en 2010. Después, él declaró contra Lázaro.
Horacio Quiroga fue director de las dos petroleras de Lázaro Báez: Misahar Argentina y Epsur S.A; y además, el primero en advertirle al empresario K que cuide a su hijo Martín y que no lo exponga tanto. Ya distanciado de su ex jefe, Quiroga denunció que había visto cómo contaban 7 millones de dólares sobre la mesa en una de las empresas. Muy endeudado tras su ruptura con Báez, logró sin embargo ganarle el millonario juicio por haber sido despedido sin ninguna explicación.
Quiroga llegó a Báez por su especialización en el mercado hidrocarburífero. Con la responsabilidad de dirigir dos firmas de Lázaro, un mediodía Quiroga vio a Martín Báez firmando una gran cantidad de documentación; fue entonces cuando le sugirió a su padre que no lo expusiera. “No tenía ni idea de lo que firmaba”, había revelado por aquel entonces.
Fue una persona clave en el primer negocio petrolero de Báez. En 2008, las empresas que dirigía Quiroga ganaron licitaciones del Estado, lo que paradójicamente causó el quiebre del vínculo con su empleador.
Con Epsur, Báez adquirió derechos sobre las áreas Meseta Cerón Chico, Río Guenguel y Paso Fuhr, con el compromiso de perforar tres pozos en los tres primeros años. Los trabajos prometidos no se realizaron: sólo se perforó un pozo por 13 millones de dólares. Con Misahar se hizo un compromiso de perforación de tres pozos en los primeros años, en el área de Tapi Aike. Esto tampoco se cumplió. Las áreas El Turbio y Turbio Este no registran actividad ni promesas de inversión.
Quiroga explicó después: “Había llegado a un grado de estrés que me hizo acudir a los médicos, por la indiferencia de los accionistas para realizar las inversiones comprometidas que les permitieron ganar las Concesiones Petroleras de 30.000 km2 de siete áreas petroleras en Santa Cruz. Teníamos un retraso en dicho cumplimiento ya muy serio, al punto que las autoridades provinciales no podían soportar ya la presión de empresarios competidores, oposición y del gremio mismo que reclamaba el inicio de los 80 millones de pesos de inversión prometidos”.
Sobre aquellas diferencias, el ex director de la petrolera contó: “A fines de setiembre de 2010 me dicen que Néstor nos enviaba una suma que nos permitía iniciar la perforación del primer pozo exploratorio en un área, unos 7 millones de dólares”. Quiroga dijo que le sorprendió cómo contaban ese dinero sobre una mesa de la sede de una de las firmas, y que la discusión con el empresario K se dio cuando la plata debía ingresarse a las cuentas de la empresa. “Había que dar explicaciones correctas de los contadores, si ingresaba como aporte de accionistas, mutuo entre empresas”, explicó en aquella época. Eso no se hizo, y derivó en una de las últimas peleas con Lázaro.
El 9 de noviembre de 2010 fue despedido “sin justa causa”, y comenzó su cruzada contra Báez para cobrar una indemnización, lo que finalmente logró.