Sindicatos y ONG oficialistas protestaron en varias ciudades
Si hay una despedida temporaria de la presidenta Dilma Rousseff no será melancólica, a juzgar por las reacciones de la población brasileña en 16 de los 27 estados provinciales del país. Las capitales sufrieron paralizaciones, con avenidas y rutas atascadas por cuenta de las protestas callejeras. Fue el Día Nacional de la Paralización organizados por el Frente Brasil Popular y el Frente Pueblo Sin Miedo.
Metalúrgicos, empleados de correos y bancarios, profesores y estudiantes, realizaron actos en los distintos locales de trabajo. De lo que se trata, dijeron, es de “esclarecer” que el programa del vicepresidente Michel Temer, si es que llega a asumir la presidencia, será el de “cortar todos los derechos y conquistas sociales adquiridas”. En San Pablo, la avenida 23 de Mato y la Marginal Tieté –ambas llevan a aeropuertos de gran porte—fueron cortadas por barricadas hechas por los manifestantes, con incendio de neumáticos. Para el secretario de Seguridad del Estado de San Pablo, Alexandre de Moraes, los manifestantes usaron “técnicas de guerrilla”. Este funcionario es uno de los mencionados para asumir la titularidad del ministerio de Justicia en un eventual gobierno de Temer.
Según el presidente de la Central única de Trabajadores de San Pablo, Douglas Izzo, el movimiento gremial quiere debatir los “riesgos” que supone un gobierno Temer para la población en cuanto asuma el poder: “Es un claro golpe al derecho de los trabajadores y un retroceso en las políticas sociales construidas en los últimos años en el país”. Las movilizaciones llegaron al nordeste brasileño. En Bahía fue cortada la ruta 324, por campesinos del Movimiento de los Pequeños Agricultores junto a las centrales sindicales. En Pernambuco, también se interrumpió el tránsito en la ruta nacional 101. Otro tanto ocurrió en Piauí y en Río Branco, capital del estado de Acre.
En Brasilia fue imponente la movilización de mujeres a favor de Rousseff. En un auditorio a pleno, donde se apiñaron unas 3.000 delegadas, cantaban a voz en cuello: “Olé olé olá, Dilmá, Dilmá”. Y también: “Dilma guerrera de la patria brasileña”. En el sur del país hubo manifestaciones en Paraná, en Santa Catarina y en Rio Grande. En Curitiba, la capital paranaense donde administra justicia el magistrado Sergio Moro, unas cinco mil personas hicieron un abrazo simbólico del Banco de Brasil.