Podemos e Izquierda Unida sellaron un acuerdo electoral
En una iniciativa de fuerte impacto en la campaña preelectoral, el movimiento de los ex Indignados Podemos y la coalición Izquierda Unida anunciaron un pacto de coalición electoral que en estos momentos está siendo consultado en plebiscito a sus respectivos militantes.
Un sondeo de Metroscopia–El País señala que la suma de los votos y diputados que obtendrían ambas fuerzas coaligadas superan como segunda fuerza política al PSOE. Pero, este “sorpasso” no conseguirá, según las proyecciones, superar la fragmentación del electorado en torno a las cuatro fuerzas principales: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. O sea que ningún bloque conseguirá formar gobierno y puede continuar la parálisis que ha obligado a convocar elecciones anticipadas para el 26 de junio próximo.
Ha llevado semanas la negociación del muy amplio programa de la alianza. Un consenso relevante es el de respetar la “visibilidad e independencia” de ambos partidos. Podemos reúne a varias “confluencias” que participan de su acción política pero con clara independencia en Cataluña, Barcelona, Valencia y Galicia.
Todas las fuerzas exhibirán sus siglas y logotipos en los documentos y publicaciones de la nueva coalición y también en las boletas electorales. “El acuerdo está abierto a todos los movimientos que quieran adherirse”, señaló Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida, y este convite también fue realizado por Pablo Iglesias, de Podemos.
Algunos comentaristas han recibido muy positivamente la alianza. “Es todo un triunfo”, señaló Iñaki Gabilondo, muy afamado periodista radial y columnista político. El diario El País señala que “la coalición es de una envergadura sin precedentes en la democracia reciente, por el volumen de votos que atesoran las dos formaciones que la suscriben (5,2 millones de votos obtenidos por Podemos y sus alianzas territoriales, y 923.000 Izquierda Unida) y por ser una alianza a escala estatal”.
Otros destacan que la novedad ha producido una inmediata reacción de millares de jóvenes en las redes sociales y los primeros encuentros callejeros de Iglesias y Garzón en las calles céntricas y un teatro que sirvió para el primer festejo.
Ahora los 923.000 votos de Alberto Garzón se transforman en un caudal de 6.123.000 sufragios con el aporte de Podemos, lo que permite a Izquierda Unida superar la trampa que ahogaba su representación.