Licitan la obra por la que Austral cobró $ 2.900 millones y no hizo
La Autovía Comodoro RivadaviaCaleta Olivia fue un “símbolo de la corrupción” de la obra pública durante el kirchnerismo. La licitación del 2008 se dividió en tres obras, pero todas quedaron en manos de Lázaro Báez. El costo original fue de 674 millones de pesos. Sin embargo, el gobierno de Cristina Kirchner le terminó pagando 2.892 millones: un 329% más. Un detalle: el promedio de realización era del 37%. Ahora el gobierno lanzó una nueva licitación por 2.000 millones de pesos, y fuentes ofi-
ciales aseguraron que “la distorsión de precios que favoreció a Austral generó mucho daño”. Caminos de tierra que no condu
cen a ningún lago, certificaciones del 91% por bloques de hormigón que nunca se colocaron y se guardaron en los obradores de Austral Construcciones, una autovía hecha con caminos clandestinos; sólo un breve muestreo de la millonaria obra que Báez cobró y nunca concluyó.
De continuar en manos del empresario K, la obra sobre la ruta nacional 3 que une a Santa Cruz y Chubut le hubiera costado al Estado 3.000 millones de pesos, cuatro veces el valor por el que el que Cristina se la adjudicó al Grupo Austral. Según fuentes oficiales, el encarecimiento del contrato responde no sólo a la inflación acumulada, sino a “la distorsión de precios que se generó con la obra pública en Santa Cruz, donde ya se licitaban obras con el kilómetro más caro del país”. La autovía se diseñó en tres tramos, y fue abandonada por Austral Construcciones y Kank & Costilla. Esto generó que se corra el riesgo de perder el “patrimonio vial”, pese a lo poco que se hizo aunque cobraron 2.900 millones de pesos. “Lo hecho está muy por debajo del estándar de calidad que pretendemos, pero es acorde a los estándares que manejó el gobierno anterior”, dijo a Clarín Javier Iguacel, presidente de Vialidad Nacional.
“Es la muestra más clara del sobreprecio que favoreció a Báez, si seguíamos la obra con él nos iba a terminar costando 3.000 millones de pesos. Ahora la re licitamos por 2.000 millones”, dijo el presidente de Vialidad. La Auditoría del organismo reflejó que el empresario K manejó más de 20.000 millones de pesos en obra pública, y de los 51 contratos otorgados, 27 quedaron sin finalizar. Báez debe explicar qué sucedió con más de 7.000 millones que recibieron y que nunca se volcaron en obras.