Los Cascos Blancos, una carta clave para Macri y Malcorra
Los revitalizaron y ahora están en un campo de refugiados sirios en el Líbano. Malcorra los visitó ayer.
Mauricio Macri y Susana Malcorra están jugando sus propias cartas con la presencia de los Cascos Blancos en un campo de refugiados sirios en el Líbano.
Más aún, éste será el comienzo de otras misiones humanitarias no sólo de este grupo humanitario que trabaja bajo la órbita de la Cancillería, sino que también se alistan los cascos azules de Defensa para participar de misiones de paz, tal como lo manifestaron en diversas reuniones con líderes extranjeros, el Presidente y su Canciller.
Malcorra estará hoy junto al grupo de argentinos que se encuentran en Bekaa, que alberga a 275000 personas huidas de las guerra civil siria.
Los argentinos estaban ayer asentados en uno de los campos más poblados, conocidos como Jarrahyi.
Malcorra estuvo reunida ayer en Beirut con su par local, Yebral Basil, de quien por cierto recibió una invitación especial para la primera dama argentina, Juliana Awada, para que visite el Líbano de donde proviene su familia.
Pero para Malcorra esta es una semana especial ya que se espera
que este viernes, el jefe de Gabinete Marcos Peña anuncie que Macri ya firmó -como informó Clarín la semana pasada- su presentación a la competencia por la secretaria general de la Naciones Unidas.
Será una batalla ardua, que hace tiempo está pensada por Malcorra, y quien hasta ya dio su parecer sobre quién quiere que la suceda a nivel local si es que es elegida como la jefa de la diplomacia de la ONU.
Malcorra está desde hace meses embarcada en una serie de viajes de uso dual: por un lado es un abre
puertas fenomenal para una Argentina que se encontraba en conflictos comerciales y políticos desde la gestión nacional anterior y, por el otro conversa y tantea los apoyos de los que goza entre los miembros
de la Asamblea de la ONU para ser elegida secretaria general.
En ese tren, Macri también juega sus cartas. Como ya lo ha dicho en sus viajes y discursos buscará una mayor participación en la cooperación internacional, y en misiones de paz.
Estas fueron parte de sus promesas de la mano de otras como su compromiso contra lo que Malcorra llama la lucha contra “extremismo violento”, contra el narcotráfico y el terrorismo.
En ese tren, Malcorra instruyó al presidente de los Cascos Blancos, Alejandro Daneri, para que este grupo de voluntarios fuera revitalizado ya que en los últimos años estuvo paralizado.
La semana pasada partieron a Bekaa, a unos 50 kilómetros de Beirut. Macri había hecho su compromiso por carta al saliente secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
Según contó a este diario desde el campamento, el jefe del grupo, Nicolás Monza, el lugar en el que se encuentra alberga a unas 200 familias, que son unas 1200 personas.
Allí los argentinos, especialistas en distintas áreas, montaron una unidad sanitaria que consta de cuatro carpas: una para atención médica, dos para derivación y la cuarta para depósito de medicamenteos, además de un kit de higiene.
Los Cascos Blancos además transportaron un ecógrafo portátil, nebulizadores, desfibriladores, equipos quirúrgicos y medicamentos. Parte de sus tareas es instruir a cómo utilizar los elementos. Monza contó que fueron las mujeres las que más activas se mostraron.