Acusaciones cruzadas por el temido descenso

Sarmiento y Argentinos. Los dos se baten a duelo, como si se tratara de viejos contendientes. Los une Ricardo Caruso Lombardi, con raíces en La Paternal pero actualmente, al frente del Verde de Junín. Los separan dos puntos, nada menos. Y quejas que van y vienen.

Raúl Sanzotti, que saltó de la Reserva al banco de la Primera después del despido de Carlos Mayor, se metió en el barro dialéctico, ese en el que tan bien se mueve Caruso. Fue contundente en la conferencia de prensa post empate con Lanús. Dijo que Federico Beligoy dirigió condicionado por su amistad con el técnico de Sarmiento y disparó ante los periodistas: “A Ricardo no lo entiendo. Él hizo inferiores acá, jugó en Primera y dirigió Argentinos, hay mucha gente que le tiene afecto, no sé por qué tiene tanta saña con nosotros. No sé cómo les caerá a los hinchas”.

Caruso le respondió apenas volvió de Junín, todavía golpeado por la derrota ante Tigre. “Que Sanzotti se dedique a su equipo, que yo me ocupo del mío”. Y le disparó a Beligoy: “Sé que el árbitro que estuvo atrás del arco (Gastón Meineri) anduvo muy mal. Estuvo un ayudante mío y lo vio todo, no me lo dijo un extraterrestre. Hubo un penal a Sand que no cobró, el córner que no fue y derivó en el gol de Argentinos, se ve que no vio nada, habrá ido con un antifaz”.

Beligoy, en tanto, acusó a Caruso de “embarrar la cancha”. Y añadió: “No sé por qué ataca a mi asistente, el máximo comandante soy yo, si hubo un error yo soy el responsable. Ensucia todo. Caruso no le hace bien al fútbol argentino”.

Lo cierto es que Sanzotti y Caruso tendrán que pensar en Rafaela y Olimpo, dos partidos lejos de casa que terminarán por definir la situación de uno y otro. El técnico de Argentinos tiene que resolver cómo reemplaza a Cristian Ledesma, expulsado y si se recupera Carlos Bueno. El de Sarmiento, decidir si apuesta por el mismo equipo.