Banfield y Vélez, en un empate previsible
Desde 2009 que Banfield no le puede ganar a Vélez. Y anoche no fue la excepción. Se extendió la racha del equipo de Liniers, que con el de ayer lleva ocho encuentros sin perder con el Taladro. De todos modos, no hubo nada para festejar porque el partido fue muy flojo y terminó en un pobre 0 a 0.
En un partido con pocas ideas productivas, reinaron los pelotazos y faltó el brillo y la inventiva. Bassedas cambió el esquema y volvió al 4-1-4-1, que había dejado de utilizar en los últimos dos partidos (Colón y Sportivo Barracas), en los que había puesto dos puntas. A último momento, volvió a las bases, dejando en el banco a Maximiliano Romero, quien había sido un buen acompañante de Pavone. Y Banfield se soltó recién en la segunda parte. Y a las buenas intenciones de Thomas Rodríguez, se sumaron las de sus delanteros.
Toda la emoción que le faltó a la primera parte, se concentró en los 30 segundos iniciales de la segunda mitad, cuando Vélez estuvo cerca del gol. Una serie de carambolas en el área rival lo impidieron. Después de esa acción, se despertaron. Igual, el juego no cambió, siguió con imprecisiones. Pero, al menos, hubo llegadas. Tras esa situación de Vélez, Banfield reaccionó y monopolizó las llegadas. Lo tuvo Simeone con un disparo que se fue cerca; también Sporle pero Aguerre la sacó con una mano al córner; el arquero de Vélez se jugó todo -y se fue lesionado- para evitar el gol en un mano a mano con Silva. En su reemplazo, debutó otro juvenil, Gonzalo Yordan, quien también tuvo bastante trabajo. Y la más clara fue para Villagra: entró para empujarla pero dio en el palo.