La definición del campeonato viene embarrada
En la última fecha se resolverá quién será rival de Lanús en la final. Entre algunas polémicas, anoche se decidió que Godoy Cruz y San Lorenzo jueguen el domingo a las 16.15. El equipo de Guede sería local en Vélez.
El domingo por la noche, Lanús ya sabrá quién será su rival en la final del campeonato, luego de que San Lorenzo enfrente a Banfield y Godoy Cruz visite a San Martín de San Juan. Además, también se conocerá quiénes jugarán el partido entre los dos mejores segundos de cada zona, que le dará al ganador el pase a la próxima Copa Libertadores (Estudiantes lucha con Atlético Tucumán por tener esta chance). Sin embargo, mientras las conjeturas se acumulan y los pronósticos se multiplican, la incertidumbre también se hace presente en este cierre de torneo, en medio de versiones cruzadas y pedidos de postergación y cambios de cancha.
Se sabe: Godoy Cruz depende de sí mismo para ser el mejor equipo de la Zona 1. Para ello, deberá vencer a San Martín de San Juan en la última fecha, en la que será una nueva edición del clásico cuyano. Con un antecedente de violencia fresco en la memoria (en 2012 un hincha mendocino perdió un ojo por el impacto de una bala de goma tras un serio enfrentamiento entre hinchas y la Policía provincial), Alfredo Cornejo -gobernador de Mendoza- pidió que este encuentro se dispute en el estadio del Bicentenario y no en el Hilario Sánchez, la casa de San Martín. “Es por seguri
dad”, aclaró Cornejo. Sin embargo, más allá de su deseo, la localía de los sanjuaninos no se modificará. “Ellos tienen la potestad de elegir dónde jugar el partido”, remarcó José Mansur, presidente de Godoy Cruz, que al igual que Jorge Miadosqui (el vicepresidente de San Martín) decidieron poner paños fríos, más allá de la sorpresiva declaración de Santiago Morro García: “Me motiva que lleguemos a la cancha y nos tiren piedras, sin que pase ningún accidente, claro. Eso después adentro de la cancha se refleja”, dijo en radio Continental, ayer al mediodía. Desde Buenos Aires, más preci- samente desde Boedo, se siguió de cerca este ida y vuelta. Es que San Lorenzo protestó por el calendario que le tocó a San Martín, que el miércoles jugará ante Instituto de Córdoba por los 32avos de la Copa Argentina, justamente en el Bicentenario. El deseo de la dirigencia azulgrana era que los sanjuaninos postergaran este partido para que así sus jugadores lleguen más descansados al partido ante Godoy Cruz, pero esto tampoco cambiará. “Si no podemos jugar un miércoles y un domingo no juguemos más al fútbol”, graficó Miadosqui. Eso sí: San Martín utilizará suplentes ante los cordobeses y guardará sus mejores piezas para recibir a Godoy Cruz.
Claro que en San Lorenzo también tienen otro problema: tras la victoria ante River, una inspección realizada en el Nuevo Gasómetro encontró un problema en una viga de la popular local. Ayer, la empresa constructora que se encarga de las reparaciones en el estadio le entregó su informe en el que desaconsejó que el partido se dispute allí (en caso de arreglar el cemento, el mismo no llegaría a fraguar para el fin de semana). Por eso, San Lorenzo tiene todo arreglado con Vélez para hacer de local en Liniers, en una cancha con una capacidad similar a la del Nuevo Gasómetro (el José Amalfitani está habilitado para 40 mil personas).
El día y el horario de ambos partidos recién se definió anoche. En principio, San Lorenzo-Banfield y San Martín-Godoy Cruz se iban a disputar el domingo a las 15.30. Pero por las idas y venidas en la convulsionada AFA demoraron la decisión hasta después de las 21. Allí se determinó que ambos encuentros vayan el domingo, pero a las 16.15. Había un problema a resolver por el cambio de localía de San Lorenzo que será local en Vélez. El conjunto de Liniers jugará entonces el sábado a las 20 con Patronato, en un partido que es solamente para cumplir con el calendario.
Después de estas desprolijidades, tan comunes en el fútbol argentino, el domingo cuando esté anocheciendo Lanús tendrá rival.