Una Rosadita en General Rodríguez
En los dramáticos, atroces años 70 hubo idealistas que pagaron con su vida la creencia de que podían cambiar el mundo. O al menos ser parte de la construcción de un mundo más justo. El de José López es otra clase de ejemplo. Por decir lo menos, el penoso ejemplo de esos militantes que cambiaron ideales y dignidad por plata.
Tucumano de nacimiento, ingeniero de profesión y militante del Peronismo de Base, al final de aquella década López viajó a Santa Cruz para trabajar y para hacer política con Jorge Cepernic, el gobernador camporista derrocado por Isabel Perón. Terminó enrolándose en una gesta completamente diferente: la del matrimonio Kirchner.
Como acaba de comprobarse, López hizo carrera al lado de Néstor y Cristina. Lo descubrieron cuando de madrugada intentaba ocultar bolsas llenas de dólares en un solitario convento de General Rodríguez. Otra Rosadita. Aún no está claro cómo llegó ahí y cómo lo detectó la Policía. Sí está claro que la plata es fruto de su carrera junto a los Kirchner.
El año pasado y con la chapa de Cristina, López intentó ser gobernador de Tucumán. Era uno de los tres postulantes del kirchnerismo y siempre el primero en subir al escenario en los actos.
Desplazaba incluso a Manzur, que formalmente tenía más jinetas que él en el Gabinete nacional. Hasta se daba el lujo de tocar la guitarra y cantar. Ahora deberá cantar ante Rafecas, que llegó a juez también promovido por el kirchnerismo.
Por alguna razón que ella conoce mejor que nadie, Cristina lo bajó de la candidatura pero lo metió en la lista de diputados al Parlasur, buscando protegerlo con fueros que no se sabe bien hasta dónde lo van a proteger. Hoy está peor que su ex jefe De Vido. No se sabe por cuánto tiempo.
López tuvo al menos dos trabajos. Uno: ser el enlace del matrimonio con gobernadores e intendentes para repartir obras públicas. Otra: recaudar y entregar la recaudación. Cada noche iba a Olivos a ver a Néstor. En ese papel fue más poderoso incluso que De Vido y, de hecho, a la muerte de Néstor, Cristina corrió a De Vido y mantuvo a López.
En el kirchnerismo López es mucho más que Lázaro Báez. Es directamente los Kirchner en sus doce años de acumular plata y poder y acumular plata a cambio de favores políticos. El golpe es más fuerte.
Algunas cosas sin embargo igualan a López con Báez como el manejo tosco y brutal del dinero y el afán por sentir el contacto con los billetes. Recuerdos del pasado: en un acto, López llegó a decir que lo de Cristina no era magia. Efectivamente era otra cosa.
Enrolado en la gesta del dinero K, José López cada noche iba a Olivos con valijas. Ayer llevó otras a un convento