Un pingüino puro, delegado de Néstor para la obra pública
Nacido en Tucumán, José López se mudó a Santa Cruz, donde fue funcionario de Kirchner desde 1991.
Santacruceño por adopción y del riñón K como pocos. José López fue un hombre clave en el complejo entramado de la obra pública durante el kirchnerismo. Sin su intervención, Lázaro Báez nunca se habría alzado casi el 80% de las obras viales de la provincia en los últimos 12 años.
Se fue de la Casa Rosada con un patrimonio declarado de 2 millones de pesos –en su ingreso como funcionario nacional no superaba los 160.000– y apuntado por la Justicia por su manejo de la obra pública. Quienes lo conocen, saben que cada paso y decisión se tomaba con pleno conocimiento de su jefe directo: Julio De Vido.
El ex secretario de obras pú- blicas de la Nación, que el año pasado fue electo como parlamentario del Mercosur, está investigado (entre otras causas) por el juez Julián Ercolini a raíz de la denuncia presentada por Vialidad Nacional, que expone la discrecionalidad y direccionamiento de la obra pública a favor de Lázaro Báez, hoy preso en Ezeiza.
De sonrisa petrificada, estaba presente en la mayoría de los actos de Cristina Kirchner. In
geniero civil y tucumano, fue colocado como segundo De Vido por Néstor Kirchner, para ejercer un control absoluto sobre esa millonaria cartera, donde llegó a manejar 100.000 millones de dólares.
Su historia arraigada a los Kirchner viene desde Santa Cruz. Allí ocupó su primer cargo público en 1991, cuando Néstor llegó a la gobernación. Durante los primeros años se desempeñó como vocal del directorio de Vialidad Provincial. Fue el inicio de su gestión en la obra pública.
Después de representar a Santa Cruz en el Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas, llegó a la presidencia del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda: Toda la obra pública que Kirchner inauguró como gobernador, estuvo dirigida por López.
Pese a su tensa relación con De Vido, coincidían en beneficiar a Santa Cruz. Desde 2008 a diciembre de 2015 direccionaron a favor del Grupo Austral de Lázaro Báez, el 78,4% de las obras viales. Le garantizó al empresario K, 21.600 millones de pesos, suma sobre la cual, según denunció el actual titular del organismo, Javier Iguacel, se cobró un 30% de sobreprecio.
En “La Ruta del Dinero K”, López integra la lista de funcionarios “que enviaban el dinero de la obra pública” al sur. Así lo mencionó Leandro, hijo de Báez que pidió “investigar” a las autoridades vinculadas a la obra pública. El ex secretario de Obras Públicas estuvo apuntado por su vin- culación con la firma Rovella & Carranza, que adquirió acciones de la constructora Gotti: la misma que absorbió Báez con Austral. En los últimos años manejó el programa “Más Municipio, Mejor País, Más Patria”, con el que recorrió sobre todo el territorio bonaerense, tendiendo puentes con los intendentes K principalmente.
Sin López, Báez nunca se habría alzado con casi el 80 por ciento de las obras de Santa Cruz Toda la obra pública que Kirchner inauguró como gobernador, fue dirigida por López