Las bóvedas con plata de la corrupción existían
Los bóvedas con dinero de la corrupción de la obra pública nacional existían. El ex secretario del área durante los 12 años de la era K, José Francisco López, fue descubierto ayer por la mañana intentando ingresar al menos 8 millones de dólares en efectivo en un monasterio de General Rodríguez. ¿Por qué quiso esconder esa plata sucia en este momento? La Justicia acechaba a su jefe, el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. El juez Luis Rodríguez intentó allanar a éste último aunque sabía que el ahora diputado tiene fueros. El Gobierno tenía también potencial información al respecto. Uno de los hombres que más y mejor trataba tanto a López como a De Vido, el empresario Lázaro Báez, preso por lavado de dinero en el penal de Ezeiza, dejó trascender que “la plata de los funcionarios nacionales con los que yo trataba está en Buenos Aires”.
Mientras esta nota estaba siendo escrita, las autoridades policiales y de la Justicia llevaban contados 3 millones de billetes de la más alta numeración que emite la Reserva Federal de los Estados Unidos encontrados antes de ser ocultados en el monasterio elegido por el señor López para esconder sus “ahorros”, mientras aún era noche.
El dinero que se encontró en la Chevrolet Meriva patente FEI 444, en la que López llevó al lugar donde fue encontrado “in fragan- ti”. El electo diputado del Parlasur estaba solo.
En el lugar se encontraron además joyas, y relojes, dijeron fuentes oficiales al tanto de esta pesquisa. También se encontró un fusil calibre 22.
López fue la mano derecha en los negocios de la construcción financiada por el presupuesto nacional de Néstor y Cristina Elisabet Fernández. Manejaba políticamente Vialidad Nacional, el organismo que le otorgó contratos millonarios a Báez, otro de los personajes ineludibles en la trama de negocios que se diseñó durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner.
El actual titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, denunció a López y a De Vido por haber aceptado que el empresario kirchnerista ganara contratos por obra pública con sobreprecios.
Por su cargo, López tenía potestad sobre otros entes públicos, como AySA, la empresa de aguas y obras sanitarias. Y era el encargado de armar las licitaciones de infraestructura.
La ex Presidenta solía recordar que la primera licitación de obra pública que firmó su esposo fallecido fue la remodelación de la Basílica de Luján.
El convento de General Rodríguez de la deseada bóveda de la naturaleza de López –El Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima– fue un lugar también refaccionado por el Estado K. El prelado que consiguió esa resolución gubernamental fue monseñor Rubén Di Monte. Ex obispo de Avellaneda. ex obispo de Mercedes y Luján.
López es tucumano. Soñó con ser candidato a gobernador de su provincia y fue electo como legislador al Parlasur. Tenía perfil bajo. El verbo es en pasado por razones obvias.
Báez dijo que “la plata de los funcionarios con los que yo trataba está en Buenos Aires”.