Diputados: arrancó el debate para limitar a Gils Carbó
Macri tiene especial interés en la reforma del Ministerio Público. Comenzó la ronda de consultas en comisión.
Después de dos largos meses, el Gobierno volvió a la carga con la reforma del Ministerio Público Fiscal, sobre la que Mauricio Macri pone especial atención, que apunta a limitar el poder de la procuradora kirchnerista Alejandra Gils Carbó. El ministro de Justicia, Germán Garavano, presentó el proyecto el 14 de abril, en plenario de comisiones de Diputados. Y ayer los mismos legisladores escucharon la opinión de una veintena de jueces, fiscales y especialistas.
La semana que viene volverán a reunirse las mismas comisiones de Legislación Penal, Justicia, y de Presupuesto. Aunque el proyecto estuvo frezado por semanas en el oficialismo se muestran confiados en acordar con la oposición para poder avanzar.
“No es una ley anti-Gils Carbó, está pensada para reformar un MPF que obtuvo pésimos resultados en la persecución criminal”, dijo a Clarín Fernando Sánchez (Coalición Cívica). Sobre los cuatro subprocuradores a crearse –una de las propuestas más discutidas– admitió que quedarían “con facultades más limitadas de las que propone el proyecto”, y señaló que hay consenso en que el procurador no puede ser vitalicio, aunque deberá acordarse cuántos años dura y si puede ser reelegible.
Desde el Ministerio de Justicia, por su parte, aseguraron que “estamos abiertos a cambios” en el proyecto “pero respetando sus lineamientos principales, queremos controles internos para evitar arbitrariedades”. Sobre Gils Carbó, se desmarcaron: “No dice nada el proyecto sobre el actual procurador, eso define el Congreso”.
La idea de esta reforma fue disparada por la resistencia de Gils Carbó a renunciar, como se lo pidió hasta el cansancio Mauricio Macri aún desde antes de asumir. El proyecto limita el rol del procurador, propone un mandato 4 años, y arma una estructura con cuatro subprocuradores para las áreas de derecho penal, delito organizado, derecho público y derecho privado. También propone desarticular las once direcciones que armó Gils Carbó, emblema de uno de los últimos bastiones K de lo que fue un vasto plan para seguir controlando áreas estratégicas del Estado.
El fiscal Ricardo Sáenz señaló que la figura de los subprocuradores “atenta contra los principios jerárquicos y de unidad de acción del Ministerio”. El radical Ricardo Gil Lavedra habló de la “equilibrar las funciones”.