Descubren un planeta similar a uno de los míticos de Star Wars
Se llama Kepler-1647b y orbita alrededor de dos soles al igual que Tatooine, donde nació Anakin Skywalker.
A través de los lentes del telescopio espacial Kepler los astrónomos detectaron un mundo similar a Tatooine, donde nació Anakin Skywalker (Lord Sith Dark Vader) y el lugar en donde su hijo Luke se mantendría a salvo en la saga de Star Wars, y que es recordado por orbitar alrededor de dos soles. No es el primer planeta con estas características pero sí el de mayor tamaño.
Los especialistas de la NASA y la Universidad de San Diego localizaron al mayor planeta circumbinario: que gira en torno a dos soles. Se trata del undécimo exoplaneta descubierto desde 2005. Está ubicado en la constelación de Cyngnus, a 3.700 años luz de la Tierra. Fue bautizado como Kepler-1647b y es muy similar a Júpiter en cuanto a su masa y radio. Otra coincidencia con el quinto planeta del Sistema Solar es que Kepler-1647 b es un gigante de gas, lo que hace poco probable que pueda albergar vida. Sin embargo, como el planeta tiene grandes lunas, como las de Júpiter, éstas sí podrían ser aptas para recibir la vida. Las dos estrellas son similares a nuestro Sol, una de ellas ligeramente superior y la otra un poco más pequeña, precisaron los astrónomos, cuyo descubrimiento fue aceptado por la comunidad tras ser publicado en la revista Astrophysical Journal.
El hallazgo, confirmado durante la última reunión de la Sociedad Astronómica Americana, indica que su órbita pone el planeta dentro de la llamada zona habitable, en la que podría darse agua en estado líquido en la superficie de un cuerpo rocoso. Se estima que tiene unos 4.400 millones de años de antigüedad, es unos 200 millones de años más joven que la Tierra.
El planeta tarda casi tres años ( 1.107 días para ser exactos) en completar la órbita de sus estrellas madre, el período más largo de cualquier exoplaneta circumbinario confirmado hasta el momento. Además, está mucho más lejos de sus estrellas halladas anteriormente, lo que rompe la teoría que apuntaba a que este tipo de sistemas tenían órbitas cercanas.
A través de La sonda espacial Kepler, los astrónomos buscan ligeros descensos en el brillo de las estrellas que insinúan que un planeta podría estar transitando por delante de ella, bloqueando parte de su luz.
Una vez que se encuentra un planeta candidato, los investigadores emplean algoritmos informáticos para determinar si realmente es un mundo. “Es un poco curioso que se haya tomado tanto tiempo en confirmar la existencia de este planeta tan grande, ya que son más fáciles de encontrar que los pequeños”, indicó el astrónomo Jerome Orosz, uno de los autores del estudio.
Pero la búsqueda de planetas circumbinarios es mucho más difícil que encontrar planetas alrededor de estrellas simples, dijo William Gales, astrónomo de la Universidad Estatal de San Diego. “Los tránsitos no están espaciados regularmente en el tiempo y pueden variar en duración e incluso profundidad”, aportó el especialista.