“El patrullero pasó con todo y me la sacó de las manos”
La mamá de la nena de 6 años que murió atropellada por la Policía describió así el momento de la tragedia. “No se escuchó ninguna sirena”, dijo. El móvil iba de contramano a 85 km/h.
Tenían turno en el pediatra ella y su hermanito. Por eso, había tenido que faltar por primera vez al colegio desde que empezaron las clases. Al volver a su casa, bajó del colectivo con su mamá, que la llevaba de la mano: un móvil policial que iba a 85 kilómetros por hora, de contramano y sin las sirenas encendidas, la atropelló. “El patrullero pasó con todo y me la sacó de las manos. No se escuchó ninguna sirena”, contaría luego su madre, Claudia Arias. La nena, de sólo seis años, voló unos 40 metros y cayó al asfalto. Murió en minutos.
La chiquita se llamaba María Lorena Villaverde Arias, aunque todos le decían “Kika”. Había cumplido seis el 6 de mayo último. Vivía junto a su mamá –ama de casa–, a su papá, Lorenzo Villaverde –que es albañil y trabaja en una obra– y a sus dos hermanos, uno de siete años y uno más chico, de 6 meses, que estaba con ella cuando ocurrió la tragedia.
La familia vive en una zona muy humilde de calles de tierra y casas de chapa y madera sobre la calle Centenario al 3600 del barrio Juan Vucetich, en José C. Paz. Su propiedad es la más linda de la cuadra, porque Lorenzo la levantó con material con sus propias manos, según pudo ver Clarín ayer.
La nena iba a primer grado en la Escuela 20, que está a sólo 150 metros de su casa. “Ella era muy tímida, tan callada que le costó insertarse en el grupo”, le contó ayer al mediodía a Clarín una de las maestras de “Kika”.
Tal como informó Clarín, el trágico episodio ocurrió el lunes minutos antes de la una del mediodía. Claudia había llevado a su bebé y a “Kika” al Hospital Mercante porque tenían turno con el pediatra. Para volver tomaron un colectivo de la línea 391, que las dejó sobre la avenida Crovara. “Se bajaron del colectivo y justo cuando doblaron para venir acá la embistió el patru- llero”, expresó, con dolor, el papá de la nena.
El patrullero frenó unos metros más adelante, subió a la nena al auto y la trasladaron sola (a la mamá no la llevaron) a la Unidad de Pronta Atención (UPA 24) de la zona, donde finalmente murió.
Los policías dijeron que iban persiguiendo a una moto que no había parado en un control vehicular. Pero esto aún no está probado. Los agentes, que pertenecen a la Policía Local de José C. Paz, fueron trasladados hasta la comisaría 3° de ese distrito, donde se les inició un sumario administrativo. Ahora Asuntos Internos intenta determinar si iban de contramano y al doble de la velocidad permitida, como asegura la familia. Además, quedaron imputados judicialmente: el chofer fue indagado ayer mismo.
Mientras, los padres, familiares, amigos y vecinos de la nena cortaron ayer avenida Crovara, en el lugar donde fue atropellada “Kika”. Al mediodía la manifestación se terminó porque el papá y la mamá de la nena fueron citados para retirar el cuerpo.
Los padres decidieron velar a la nena hasta la mañana de hoy en el living de su casa. Los maestros de “Kika” llevaron mesas, bancos y comida para cocinar porque todos
estaban muy cansados y ni siquiera habían comido.
“Los padres de ‘Kika’ cuidaban mucho a su hija. Nunca la dejaban ir sola a ningún lado y nunca la hacían faltar a clases. Ayer (por el lunes) Lorenzo vino a la escuela a la mañana a avisar que su hija iba a faltar porque tenía turno con el médico”, recordó una maestra en la puerta de la casa de la nena, mientras esperaba a que llevaran el cuerpo para despedirlo.
María, dueña de una despensa lindera a la casa de la nena, ayer no paraba de llorar. Tenía una foto de “Kika” en una mano que no paraba de acariciar. “Todavía no lo puedo creer. Era una nena buena y linda. Yo le puse el apodo que llevaba con tanta alegría. Ella me tocaba el timbre en el negocio porque venía a comprar el pan y se escondía”, recordó, con un dolor contagioso.
La causa quedó a cargo de la UFI 4 de San Martín, la misma fiscalía que investigó otros dos episodios similares que terminaron con víctimas fatales: en febrero de este año, con una semana de diferencia, una mujer de 81 años y un nene de seis murieron tras ser atropellados por patrulleros (ver Antecedentes). En marzo, otra patrulla se metió en una casa de La Matanza y mató a un hombre de 31 años que estaba durmiendo.