Rechazan archivar un doble crimen mafioso

Luis Medina, señalado como uno de los operadores narcos más fuertes de Rosario, fue asesinado el 29 de diciembre de 2013. Su cuerpo terminó desplomado sobre el volante de un lujoso Citroën DC3: le habían acertado 17 disparos. A su novia, una joven con pretensiones de modelo, también la mataron. Los oscuros negocios de Medina, que lo llevaron incluso a tejer relaciones con narcos colombianos, marcaban que se trató de una clara venganza mafiosa.

Sin embargo, a pesar de la resonancia del episodio, la causa no tuvo mayores avances y el fiscal que la instruía solicitó ayer que se la archive ante la falta de elementos “serios y verosímiles para continuar con la investigación”. El pedido fue rechazado y se derivó la causa a otro fiscal con la idea de que profundice el trabajo y encuentre a los responsables del ataque.

“El Ministerio Público Fiscal no puede soslayar la relevancia del hecho y sus características de violencia extrema, lo que obliga a no desistir y a redoblar esfuerzos a fin de lograr vencer el hermetismo que los autores intentan conseguir”, argumentó la fiscal de Cámara María Eugenia Iribarren.

Por el doble crimen no hubo nunca detenidos. Ni siquiera sospechas sobre quién pudo estar detrás o cuál fue la motivación. Tampoco “se avizoran medidas útiles a producir”, planteó ayer el fiscal Carlos Covani a la jueza Alejandra Rodenas, la misma que investiga la asociación ilícita conformada por la banda “Los Monos”.

Rodenas rechazó el pedido de Covani y elevó el tema a la fiscalía de Cámara, que ante la relevancia del caso pidió profundizar el trabajo para intentar encontrar a los responsables de los resonantes asesinatos.