El primer rey del gol
Domingo Tarasconi fue el primer gran goleador de la Selección. El primer rey del gol. Debutó en 1922 a los 18 años y en sus primeros 19 partidos había anotado 7 goles. En los Juegos Olímpicos de Amsterdam explotó: hizo 11 en los primeros tres partidos. Fue goleador con una marca que aún no pudo ser superada en un torneo olímpico.
En la Historia del Fútbol Argentino, editada por Eiffel en 1955, cuentan sobre Tarasconi: “No fue solamente el jugador de fútbol, que llamó la atención del aficionado. Fue el defensor de los colores nacionales que despertó esperanzas al deportista, en ocasión de las olimpiadas de 1928. En aquella oportunidad convirtió goles espectaculares y terminado el torneo, pasó a la consideración general como el goleador olímpico”. Y así lo definían futbolísticamente: “Su característica de shoteador, su velocidad en el área, y su visión de gol, le hacían promover la confianza de sus adictos”.
La racha goleadora de Tarasconi comenzó en la goleada (11-2) ante Estados Unidos: pegó cuatro gritos. Luego, anotó otros cuatro en el 6-3 a Bélgica, en cuartos. Y el 6 de junio redondeó un triplete en la semifinal ante Egipto (6-0). Argentina y Uruguay igualaron la final 1-1 en 120 minutos y hubo desempate. El 13 de junio (hace dos días se cumplieron 88 años), los uruguayos vencieron 2-1 y festejaron el Bi. Las crónicas ya no fueron elogiosas para Tarasca, acusado de no jugar con empeño y ganas. Igualmente, su capacidad goleadora fue inmortalizada en el tango Patadura: “Hacer como Tarasca, de media cancha un gol…”.
El reinado de Tarasconi duró 14 años. En 1942, Herminio Masantonio, de Huracán, completó 21 goles en 19 encuentros y se transformó en el nuevo monarca con un promedio de gol aún inalcanzable. Masa perdió su cetro en 1967, cuando Luis Artime totalizó 24 gritos en 25 encuentros. Artime fue superado por Maradona, quien llegó a los 24 el día de los dos goles a Bélgica en México 86. Y completó 32 goles en 1994. Gabriel Batistuta necesitó seis años y 52 partidos para transformarse en el nuevo goleador en 1996. El Batigol paró en 54 en 2002. Catorce años después, Messi se prueba la corona.