El FpV bloqueó el proyecto para poder allanar a De Vido
Con Julio de Vido ausente, y en un clima de conmoción en el bloque del FpV por la detención ayer de su ex números dos en el Ministerio de Planificación, José López, la sesión de la Cámara de Diputados que se aprestaba a debatir la ley de pago a los jubilados se convirtió en caja de resonancia de este escándalo de corrupción.
El interbloque Cambiemos, que preside el radical Mario Negri. intentó sin éxito incluir en el debate el proyecto que habilita el allanamiento de propiedades de De Vido, quien había invocado sus fueros parlamentarios como diputado para evitarlo. Ese proyecto, elaborado por el macrista Pablo Tonelli, había tenido dictamen la semana pasada en la Comisión de Asuntos Constitucionales, con 15 votos a favor y 10 en contra.
La idea de promoverlo en la sesión de ayer fue una jugada política, porque no estaba en el temario. Para incluirlo sobre tablas se nece- sitaba una mayoría de tres cuartos de los votos. Imposibles de reunir por el bloqueo del Frente para la Victoria.
Tonelli aprovechó para cargar duro contra el hipersensibilizado bloque kirchnerista: “El FpV está en contra, no quiere transparencia, no quiere investigaciones”, sostuvo. El proyecto habilita el allanamiento a las propiedades de De Vido. Es “una señal” del Parlamento, “testimonial” definió el diputado, una cuestión simbólica porque ese allanamiento en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito de De Vido debió hacerse hace un mes, en busca de libros contables que ya podrían haber sido sustraídos. Los abogados de De Vido invocaron fueros y el juez federal Luis Rodríguez suspendió el allanamiento.
Hubo críticas en Asuntos Consti- tucionales al juez la semana pasada por haber sido “más papista que el Papa”. Porque la ley de fueros 25.320 no impide allanar si tiene autorización de la Cámara. Sólo impide arrestar a un legislador. Permite seguir todo proceso penal, incluso condenar.
En Asuntos Constitucionales, Elisa Carrió y otros diputados recordaron el contexto de esa ley. Fue en realidad un salvataje a los senadores acosados por el caso de coimas para aprobar la ley laboral durante el gobierno de De la Rúa. En lugar de que fueran desaforados, adonde se apuntaba bajo la enorme presión del escándalo en la opinión pública, se sacó la ley de fueros para reglar sus alcances y aclarar que las investigaciones judiciales podían continuar sin que perdieran sus fueros.