Cartas al país
“Que no nos quieran calmar ahora con que sólo hubo ‘gente donando plata’ ...”
“Uno busca lleno de esperanzas los caminos que los sueños prometieron a sus ansias” (Enrique Santos Discépolo 1901- 1951) ¿ Qué sueños? ¿Qué ansias? ¿El poder eterno? ¿Valerse de él para el enriquecimiento sin medida? ¿El relato engañoso y falaz? ¿La mentira y la exégesis del robo?
Los imaginarios ideales quedan manchados y hasta desaparecidos ante tamaña ofensa a la honestidad e inteligencia de la mayoría del sufrido pueblo. Esperemos que, a la luz de los hechos, no tengamos que soportar más fanatismo, como el expuesto ante las evidencias que las imágenes de “La Rosadita” nos escupieron en el rostro, queriendo justificar lo injustificable con aquello de que “era gente contando plata”, y que no intenten calmarnos esta vez afirmando que “fue gente donando plata”. Finalmente, como este novel Robin Hood no estaba solito, que se siga investigando sin impedimentos ni tortugas y que caigan de una vez todos los actores de esta película dramática, tristes ejemplos reflejados en otra joya del mismo autor, aunque ya estemos bien adentro de un cambalache siglo XXI. Cuando las noticias golpean de esta manera, la esperanza de los buenos muta a utopía, pero “se ve la lucecita al final del túnel” ... ¡Hasta Brancatelli despertó con todo esto! Jorge Labanca acnabal@hotmail.com