Clarín

Una pelea gremial dejó sin subte B a 300 mil usuarios

Los colectivos colapsaron y hubo demoras y colas en las paradas. Los delegados reclaman por descuentos y amenzan con más paros. Metrovías dice que quieren trabajar menos.

- Nora Sánchez nsanchez@clarin.com

Una vez más, los 300.000 pasajeros que toman la línea B del subte ayer fueron los principale­s perjudicad­os por una disputa entre Metrovías y los metrodeleg­ados. Los gremialist­as paralizaro­n el servicio durante 24 horas, para reclamar por los descuentos que les hicieron a varios trabajador­es que, según la empresa, se negaron a trabajar más de cuatro horas. Los delegados rechazaron esa versión y culparon a Metrovías de no cumplir con los tiempos de descanso entre viaje y viaje. Por este conflicto, hoy podrían anunciar más paros. Por otra parte, ayer la línea C estuvo interrumpi­da más de una hora por una amenaza de bomba.

Los usuarios de la línea B, que une Juan Manuel de Rosas, en Villa Urquiza, con Leandro N. Alem, ayer tuvieron que buscar medios alternativ­os de transporte. Los colectivos que van por la avenida Corrientes estaban saturados. También la línea D, porque muchos pasajeros se acercaron a Belgrano para poder llegar al centro en subte. Para el regreso, esta opción se complicó, porque por una amenaza de bomba la línea C no paraba en Diagonal Norte y la D tampoco se detenía en 9 de Julio. Más tarde, la C estuvo interrumpi­da. En Metrovías confirmaro­n la Policía Metropolit­ana revisó la estación Diagonal Norte en busca de artefactos explosivos.

“Tuve que tomar dos colectivos para llegar a mi trabajo, en Constituci­ón. Un viaje que combinando las líneas By C me toma 40 minutos, se alargó a una hora y cuarenta. Ahora para la vuelta también va a ser un lío, porque ni siquiera puedo combinar con la línea D”, se quejó Fabiana García López, de Villa Urquiza.

Cuando la Asociación Gremial de Trabajador­es del Subte y Premetro (AGTSyP) anunció el paro, Metrovías lanzó un comunicado en el que afirmó: “El verdadero motivo de conflicto obedece a que los conductore­s y guardas de la Línea B se niegan a trabajar más de cuatro horas diarias y por ello no completan su diagrama de trabajo, provocando importante­s demoras y alteracion­es en el servicio que perjudican a los 300.000 usuarios que utilizan la línea diariament­e”.

La empresa afirmó que para los delegados de la línea B, que por convenio tienen una jornada de 6 horas, trabajar 5 horas y 10 minutos constituye “una carga laboral excesiva y por esto instan al personal a abandonar el servicio luego de cumplir 4 horas”. Según Metrovías, es por eso que le aplicó descuentos en los salarios de un promedio de $ 440 a un grupo de conductore­s y guardas.

El secretaria­do ejecutivo de la AGTSyP, encabezado por Roberto Pianelli sacó un comunicado explicando que se veían obligados a “realizar medidas de autodefens­a” porque “a lo largo de casi dos meses de negociació­n, hemos intentado resolver temas vinculados con las condicione­s de trabajo en el subte y como respuesta, encontramo­s evasivas y provocacio­nes por parte de la empresa Metrovías”.

Los metrodeleg­ados alineados con el PTS sacaron sus propios comunicado­s en los que, más tajantes, acusaron a Metrovías de mentir. Claudio Dellecarbo­nara afirmó que la empresa “obtiene fabulosas ganancias a cambio de un servicio pésimo, porque para garantizar sus negociados se niega a invertir, exponiendo todos los días la seguridad de trabajador­es y usuarios”. En la misma línea opinaron los delegados de la línea B, David Carballo y Diego Gavela, que afirmaron que Metrovías les atribuye a los trabajador­es las fallas en el servicio “producto del déficit de mantenimie­nto”. También rechazaron que quieran trabajar menos: “Lo que los conductore­s rechazan es aumentar el tiempo de exposición en el túnel, que es lo que quiere imponer la patronal. Esto, a riesgo de que la fatiga acumulada provoque accidentes. Y reclaman conservar el tiempo de descansos y relevos que se cumple en todo el transporte ferroviari­o y automotor de larga distancia”.

Carballo denunció ante Clarín que a algunos conductore­s Metrovías les descontó hasta 18 días de trabajo. Y recordó un incidente de 1997, cuando un motorman siguió de largo y chocó con otra formación en Alem. “Llevaba cinco horas y media arriba del tren. Los choferes de colectivo tienen entre 10 y 15 minutos de descanso por vuelta”. Además, dijo que los atrasos en la línea B son porque “hay un decreto de emergencia ferroviari­a que permite que la empresa no realice el mantenimie­nto de los trenes como correspond­e”. Y anticipó que hoy volverán en asamblea a ver cómo sigue el plan de lucha.

 ?? MARIO QUINTEROS ?? Fastidio. Trabajador­es y estudiante­s hacen cola, anoche, a la hora del regreso a casa, para poder tomar los colectivos. También hubo problemas en las líneas C y D.
MARIO QUINTEROS Fastidio. Trabajador­es y estudiante­s hacen cola, anoche, a la hora del regreso a casa, para poder tomar los colectivos. También hubo problemas en las líneas C y D.

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