El primero fue de San Lorenzo
Ganó de visitante por un doble. La Unión falló dos libres en el momento clave. Musso metió el doble ganador.
Al principio de los 80, cuando la Liga era el sueño de unos pocos fanáticos y no había competencia más importante que el torneo de Capital, los resultados se averiguaban llamando al bar del club y, si el bufetero respondía con gentileza, también se le preguntaba por el goleador. En aquella época, mucho antes de familiarizarnos con el concepto de MVP, figura y máximo anotador representaban lo mismo.
Ayer, en un Estadio Cincuentenario cubierto en dos tercios de sus 5500 butacas, San Lorenzo se llevó el primero de la final gracias a un goleador inesperado, Bernardo Musso, además fue determinante para tomar la delantera en el segundo parcial, tras un cuarto inicial adverso, y anotó el doble decisivo cuando restaban apenas seis segundos y en el tablero se leía 7373. El tirador pergaminense dibujó una planilla inolvidable con 3-4 dobles, 5/6 triples y un 0/2 libres que no desluce sus números.
Mañana vuelven a jugar en esta ciudad, con el mismo pronóstico incierto, mucha presión para los dueños de casa e igual promesa de emociones hasta la última posesión.
Eduardo Gamboa hizo olvidar con una docena de puntos en el primer cuarto la ausencia del lesionado Alejandro Konzstadt, el administrador de los ataques formoseños. La contribución del impensado anotador disimuló también un problema incipiente del local, la falta de seguridad para garantizar el rebote defensivo, que recién lograría solucionar en el período de cierre con un decomunal esfuerzo de Torin Francis (sumó 16, 10 de ellos en el propio).
Con segundas oportunidades en la pintura o pelotas sacadas al perímetro para que martillaran sus tiradores, San Lorenzo terminó cerca (24-19) una primera etapa desfavorable. Y pasó rápidamente al frente en la siguiente, cuando aparecieron los bombazos de Musso, quien promediaba menos de siete tantos por encuentros y ayer trepó a 21, para escaparse hasta por ocho (31-39).
En el tercer segmento la visita estiró un par de veces a 11 el margen (38-49 y 47-58) con la efectividad de Walter Herrmann y dio la sensación de que podía quebrarlo, pero La Unión ha ofrecido muestras de carácter para llegar hasta esta instancia y anoche volvió a merodear la épica. Tres triples de Alexis Elsener, muy bien controlado en tres cuartas partes del desarrollo, llevaron a La Unión de un 57-67 con aspecto de lapidario al 71-73. El propio Elsener, primera vía de gol del equipo de Guillermo Narvarte durante la temporada, ensayó otro triple que terminó en manos de Marcos Mata, quien compensó atrás lo que no produjo adelante.
San Lorenzo volvió a prevalecer en un final cerrado, despojó de la ventaja de localía a su tenaz adversario y, para confirmar dichos del DT Julio Lamas, brinda en los playoffs su mejor versión.
Ya es historia lo de anoche. Mañana será el segundo partido, en el mismo escenario. La definición de la Liga Nacional recién empieza. Viene lo mejor.