López se negó a declarar y lo trasladaron al penal de Ezeiza
No le contestó a Rafecas, que lo indagó por enriquecimiento ilícito. Irá a la misma cárcel que Báez y Jaime.
“No voy a declarar por el momento”, se limitó a decir José López ante el juez Daniel Rafecas en su indagatoria. Su declaración duró
apenas unos minutos. El ex funcionario tuvo tiempo para quejarse por sus condiciones de detención y reclamó por sus medicamentos. También pidió comunicarse por teléfono con su mujer. Quienes lo vieron dijeron que se lo notaba “cansado y algo disperso”.
Antes de ingresar al despacho, otra vez protagonizó algunos incidentes. Si era una estrategia de de
fensa, fracasó: los médicos dijeron que estaba apto para declarar.
López fue trasladado por la madrugada desde la DDI de Moreno y estuvo casi tres horas en la Alcaldía de Comodoro Py. Su abogada, Fernanda Herrera, dijo que sufrió un “brote”, aunque se negó a responder si era producto de abstinencia por el consumo de drogas.
El ex funcionario estaba con el chaleco anti balas puesto y rodeado por media docena de agentes del Servicio Penitenciario.
Antes de comenzar la declaración, el juez decidió ceder su despacho para que López pueda tener una audiencia a solas con su abogada. Hablaron más de treinta minutos.
Durante la audiencia, los funcionarios lo notaron “disperso” cuando le preguntaron por sus datos personales. Hasta dudó sobre su fecha de nacimiento. Cuando lo consultaron si tiene procesamientos previos respondió: “Sí, no re- cuerdo la causa”. Luego le leyeron los cargos y se negó a declarar.
En las últimas horas, el juez le amplió la imputación por enriquecimiento hasta el 9 de diciembre de 2015. Hasta ahora, la causa abarcaba el período de 2003 a 2008, cuando se hizo la denuncia.
Ahora, López fue acusado de “haber incrementado de manera apreciable su patrimonio ilícita e injustificadamente” durante los 12 años que fue secretario de Obras Públicas por los casi nueve millones de dólares que tenía en el momento de su detención. Para el juez, ese aumento “no encuentra sustento con los ingresos registrados” por quien fue el segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación.
De hecho, López se fue del Go- bierno con un patrimonio declarado de menos de 2 millones de pesos, y ningún dólar. A los casi 9 millones del convento, el miércoles se sumaron otros 80 mil dólares secuestrados en una caja de seguridad. Rafecas también secuestró varias cajas con documentación en una oficina céntrica.
La causa estaba cerca de cerrarse hasta que ocurrió el escándalo del convento. Ocurre que hasta ahora todas las pruebas sobre el patrimonio favorecían a López. En el acta de la declaración indagatoria constan diversas tasaciones sobre los inmuebles que declaró el ex funcionario en Santa Cruz y Tucumán, y varias pericias del Cuerpo de Peritos Tasadores Oficiales.
Ayer a la tarde, López fue trasladado al Hospital Penitenciario Central, que funciona dentro de la cárcel de Ezeiza, donde también están detenidos el empresario Lázaro Báez y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, entre otros. El ex secretario fue al hospital porque “mostró actitudes que podrían afectar su integridad física”, dijeron en Tribunales.
El hospital penitenciario de Ezeiza tiene un programa de adicciones, y otro especial para casos psiquiátricos. Allí, los detenidos también están en celdas, aunque son más grandes que las que habitualmente existen en el penal. Tal como establece el protocolo, López fue sometido ayer a un exhaustivo chequeo médico antes de ingresar al penal.