En Colombia, anuncio de inversiones y la “bomba” K
Dulce de leche. Ese será el ingrediente con el que la delegación argentina intentará terminar de seducir a los cerca de 450 empresarios que participan del Foro Mundial Económico para Latinoamérica, que culmina hoy en Medellín. El ministro de Educación Esteban Bullrich será el encargado de entregar ese obsequio a los CEOs de todo el mundo que en abril próximo volverán a reunirse en Buenos Aires.
Ayer, antes de regresar a la Argentina a bordo del Tango 10, el presidente Mauricio Macri bromeó: “Esperemos que con la plata que les sobre luego de invertir en Colombia vengan e inviertan en la Argentina”, dijo en el salón principal del hotel Intercontinental de esta ciudad. A su lado, el jefe de Estado local, Juan Manuel Santos, recordó la voluntad del Gobierno argentino de acercarse a la Alianza del Pacífico con otra broma: “Cuando lleguemos a la final de la Copa América, tiene que hacer una concesión”, ironizó. Ambos coincidieron en que la educación y la tecnología son las claves para el desarrollo de la región. Entre los dirigentes que los aplaudieron, se contaban el ex presidente del Gobierno español Felipe González y el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta.
Más serio, Macri anunció inversiones por 4 mil millones de dólares que se concretarían en las próximas semanas, aunque evitó dar precisiones. “Hasta ahora totalizamos US$ 20 mil millones, cinco veces más en 2015”, relató. Más tarde, durante una conferencia de prensa especificó que se trataban de inversiones en el sector agropecuario, de comunicaciones y para el energético.
Luego, el Presidente compartió un almuerzo con el mandatario local y varios de los CEOs presentes. Entre los argentinos se contaban Gustavo Grobocopatel, Gerardo Werthein y Carlos Bulgheroni. Algunos de ellos se mostraron alineados con el Ejecutivo y señalaron que algunos fondos de inversión empiezan a instalar sus oficinas en Buenos Aires. Macri se manifestó “relativamente conforme” con las medidas tomadas en los primeros meses de su gestión, aunque reconoció que algunas cosas podrían haberse hecho mejor. “No es fácil haber lidiado con la bomba”, señaló en alusión a la herencia del anterior Gobierno.
El “segundo semestre” de mejores noticias que esperan en el Gobierno pareció esta semana más cerca para el Presidente. Luego de la aprobación del blanqueo y de la confirmación de su sobreseimiento en la causa por escuchas ilegales, recibió con entusiasmo la luz verde para sus candidatos para la Corte Suprema, la detención del ex secretario de Obras Públicas José López y una recepción plagada de elogios en su primera visita de Estado. A propósito de López dijo: “Más allá del bochorno y de la indignación que ha despertado, tiene que ver con una mala forma de hacer política. Dejamos atrás a aquellos que han interpretado la política como una forma de saqueo. Hay mucha gente que va a tener que hacer una autocrítica”.
El Presidente volvió a manifestar su preocupación por la crisis en Venezuela y su apoyo al proceso de paz con las FARC que impulsa Santos y divide a Colombia. Ese detalle no impidió que el miércoles en Bogotá saludara a su amigo, el ex presidente Alvaro Uribe, principal opositor al acuerdo. Mientras Macri y Santos intercambian elogios, manifestantes protestaban en las puertas de hotel.