5 Por el Caminito del arte.
“Se me ocurrió convertir a ese potrero en una calle alegre”, resumió Quinquela. Ya en los ‘30 tenía un plan de intervención de fachadas en la Vuelta de Rocha pero tomó forma en el ‘59, con la apertura de Caminito. Pusieron esculturas y relieves y funcionó el teatro de Cecilio Madanes, con colaboración de vecinos. Así ese lugar de casitas de madera y chapa pintadas se convirtió en centro de cultura popular, hoy ícono del barrio.