Divorcio profesional ¿Estafado por su mánager?
El cantante despidió a su representante, Rosa Lagarrigue, muy reconocida en España. Y hay polémica.
“Hay que enfriar las cosas. El tiempo pondrá todo en su sitio”, dijo todavía dolida Rosa Lagarrigue, quien finalmente esta semana dio su versión sobre la estruendosa ruptura con Alejandro Sanz, su representado durante 25 años.
El fin de la relación, que excedía lo comercial, en España se vive como un divorcio. Y por supuesto ha disparado rumores en direcciones varias. Se sabe, sí, que fue Sanz quien despidió a su manager. Desde su entorno aducen que la decisión la tomó a partir de una auditoría, porque las cuentas no cerraban. “Sanz ordenó una auditoría y los resultados no debieron de gustarle porque la decisión fue fulminante”, explicaron.
“Niego rotundamente que haya existido una auditoría externa que es lo que se entiende por una au- ditoría”, replicó Lagarrigue, que es una institución en el mundo de la música en España. En una única entrevista con el diario El País, advirtió también que se reservaba el derecho a tomar las medidas que considerara necesarias, y que hablaba con la prensa sólo por necesidad de aclarar las barbaridadades que se estaban publicando.
“Barbaridades” que también afectan directamente al cantante cuando revelan un supuesto mal trance económico de Sanz, sugiriendo el despilfarro de la fortuna que amasó justamente en ese cuar- to de siglo de carrera. A los 47 años, el español ha vendido más de 23 millones de discos.
“Corazón partío”, titulan los medios europeos, jugando con el título de su viejo hit. Lo cierto es que ése es el único dato concreto la separación. Ni Sanz ni su ex representante dieron más explicaciones.
Mientras tanto, ya se habla de los varios representantes que se ofrecen para fichar a Sanz. El continúa de gira, promocionando Sirope, su último disco. Cuando vuelva, quizá explique los motivos de un divorcio como cualquier otro.