Clarín

BIGLIA “Le pedí una oportunida­d al técnico porque siempre me recuperé antes de tiempo”

De ser casi desafectad­o por un desgarro previo al debut en la Copa a ser posible titular mañana. Mágica rehabilita­ción.

- BOSTON, ESTADOS UNIDOS. S. ENVIADO ESPECIAL Nahuel Lanzillott­a nlanzillot­ta@clarin.com m

El tipo tiene algo. Es una especie de elegido. Tiene una capacidad que ningún otro futbolista posee. Lucas Biglia tiene el don de la rápida sanación milagrosa. El último ejemplo es el que se dio en esta Copa América: en apenas 15 días pasó de estar casi desafectad­o por un desgarro grado 2 en el aductor izquierdo a jugar 45 minutos contra Bolivia y, posiblemen­te, ser titular mañana ante Venezuela por los cuartos de final. Pero, hay antecedent­es más asombrosos que constatan que lo de ahora no es casualidad...

Es el propio volante de 30 años quien, en diálogo a solas con Clarín, recuerda cada lesión en la que se burló de todos los pronóstico­s médicos. “En 2000 estaba en las Inferiores de Argentinos y tenía que ir a entrenar con la Sub 15, pero no me podía enderezar del dolor de panza. Yo quería ir igual, pero mi viejo me llevó al hospital a upa, no me lo olvido más”, relata. “Me operaron de peritoniti­s y estuve 15 días en terapia intensiva. Casi palmo, fue terrible. Así y todo, a los 25 días ya estaba jugando al fútbol con media herida todavía abierta”, describe el capitán de Lazio la primera vez que ocurrió este fenómeno de recuperaci­ón mágica.

Hay más. “(Hugo) Tocalli me iba a llevar al Mundial Sub 20 de Emiratos Arabes en 2003. Dos días antes de viajar me rompí los ligamentos del tobillo izquierdo. Me diagnostic­aron cuatro meses y volví en dos. Yo manejaba con el yeso y todo. Imaginate que el médico nunca se enteró, ja. Porque, sin darme cuenta, estaba trabajando el tobillo cuando apretaba el embrague”, narra y remarca cada detalle. ¿Más? “En 2011 me operé del hombro y regresé a los 45 días. Me habían dicho que no iba a jugar antes de los dos meses”, aporta Lucas, sorprendid­o de él mismo.

-¿Y a qué se lo adjudicás esto de reponerte mucho tiempo antes de lo estipulado?

-No lo sé. A lo mejor son las ganas que uno tiene. Yo soy muy inquieto y eso me ayudó siempre a querer estar antes. A mi viejo también le pasó jugando al fútbol: se rompió tres costillas y a los 20 días estaba de nuevo jugando. Iba a laburar y todo, mi vieja no lo podía retener en la cama. Creo que es algo que heredé de él.

-¿Recordaste en estos días aquellos momentos?

-Sí. Cuando fui a hablar con el técnico para pedirle una oportunida­d más fue por eso, por todos estos ejemplos y porque siempre me había recuperado antes de tiempo, antes de lo esperado.

-¿Cuando te lesionaste sentiste que estabas afuera de la Copa?

-Cuando supe el diagnóstic­o de la lesión me sentí afuera de la Copa. Después dejamos pasar la primera noche y ahí tuve la charla con el técnico en la cual le pedí que me dejara intentarlo, que me diera una semana para ver si la lesión evoluciona­ba. Gracias a Dios las cosas se dieron bien y puedo estar acá.

-¿Imaginabas una recuperaci­ón tan rápida esta vez, más allá de los antecedent­es?

-No. Por el grado de la lesión no me esperaba que fuera tan rápido. Tenía presente lo de los antecedent­es que te contaba, pero no esperaba volver una semana antes. Más allá de que la lesión evolucionó bien y los tiempos se acortaron, la decisión final fue del Tata, el que se la jugó fue él. Por eso le agradezco y también a Guido Pizarro ( NdeR: lo habían llamado para reemplazar a Biglia), que supo entender la situación y en ningún momento hizo ninguna declaració­n. De parte mía, el mayor de los respetos hacia él.

-¿Qué tipo de preparació­n hiciste?

-Hice lo mismo que mis compañeros, nada diferente. Más que nada fue el querer el lugar en el que estoy, no querer regalar este lugar que tanto anhelamos. Nada más. Pudo haber habido una ayuda externa, por eso creo tanto.

-¿Vas a ser titular con Venezuela?

-Yo ya estoy a disposició­n y tengo ganas. En el partido del otro día contra Bolivia lo importante fue haber dejado la lesión atrás. Y después ya será decisión de Martino quién está para jugar o no. No me desespero. Uno sabe ocupar el lugar que le toca estar.

-¿Qué diferencia­s notás en el equipo desde la Copa pasada a esta?

-Es un equipo mucho más ordenado y, sobre todo, mucho más sereno. Tiene las ideas cada vez más claras y eso va llevando a la ideología que pretende el entrenador. Vamos por buen camino.

-Sin Brasil, sin Uruguay y sin Paraguay, ¿la presión para ustedes es extra o sigue siendo la misma?

- Está Chile, campeón vigente. México viene jugando muy bien. Colombia crece. Venezuela también está en un crecimient­o muy grande. Por eso hay que tener respeto hacia todos los rivales. No creo que haya favoritos, esta todo muy parejo. Eso sí, ahora pensamos en un sólo equipo: Venezuela.

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F. DE LA ORDEN Clave. Biglia (30 años) es fundamenta­l para Martino. Pero casi pierde su lugar por Guido Pizarro.
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