Condenas para 3 “ultras” rusos y deportación para otros 20
Los fanáticos recibieron penas de entre dos y un año de prisión por los incidentes ocurridos en Marsella el sábado.
Una vez más Lille se convirtió durante la madrugada del miércoles al jueves en un campo de batalla, con fuertes enfrentamientos entre británicos, galeses, rusos, franceses y la policía francesa, que cargó con ferocidad para imponer el orden. Al menos hay un fanático británico en coma, 35 detenidos durante la noche, 66 heridos y 40 hospitalizados. Entre los detenidos hay rusos y británicos. Aunque la UEFA ya había amenazado con suspender a Rusia y a Inglaterra por los hechos violentos ayer trascendió que no habrá castigo para los ingleses. ¿Qué pasará con los rusos? Es una incógnita que perdura.
Mientras tanto, las autoridades de Francia ya tomaron decisiones: tres hinchas rusos recibieron sentencias de cárcel por su participación en la oleada de violencia que enmarcó el partido que Inglaterra y Rusia disputaron el sábado en Marsella. Los sancionados fueron Alexei Erunov, Sergei Gorbachev y Nikolai Morozov. A ellos les esperan condenas de dos años, 18 me- ses y 12 meses, respectivamente. También ayer Francia anunció la deportación de 20 hinchas rusos por estar implicados en los incidentes de la primera semana de la Eurocopa. Todos ellos habían sido detenidos el martes junto con 40 compatriotas en un autobús en el sudeste francés. La condena más larga fue para Erunov, de 29 años, “director de relaciones con los hinchas” del Lokomotiv de Moscú según la web oficial del club. La agencia AFP consignó que Erunov admitió su presencia en unos videos donde se ve a un grupo de rusos golpear a ingleses con sillas y barras de hierro y que declaró a través de un intérprete en los tribunales de Marsella: “Pido disculpas. Reconozco que estaba allí pero no golpeé a nadie. Tengo las manos limpias”. Gorbachev, de 33 años, dirige a un grupo de fanáticos del Arsenal Tula, de la segunda división del fútbol ruso, y Morozov (de 28 años), es un hincha muy activo del Dinamo de Moscú.
La violencia no se detiene. Al grito de “nosotros odiamos a los rusos” y muy borrachos, los ingleses enfrentaron a botellazos en la medianoche, a la policía francesa en el centro de Lille. La policía no vaciló para que no se repitiera la violencia que azotó Marsella durante el fin de semana con los enfrentamientos entre rusos y británicos. Los CRS, policías antidisturbios franceses, cargaron contra ellos brutalmente, a bastonazos, gas pimienta y chorros de agua.
Era un cóctel fatal la mezcla de ingleses, galeses y también franceses, que celebraban su triunfo contra Albania. La policía trató de crear una barrera entre los británicos y los franceses. Varias bengalas fueron disparadas del lado francés y volaron muchos botellazos del lado británico.Un pequeño grupo de rusos también lanzó una bengala contra los británicos. Así rápidamente estalló el caos y la policía reprimió con gas lacrimógeno y gas pimienta sobre los fanáticos para recuperar el control de Lille.
Los rusos estaban desde temprano en la ciudad. Detectaban a los hinchas británicos en las calles laterales y les pegaban. “Había peleas en cada esquina. Muchos estaban borrachos. La policía uso tácticas pesadas pero, para ser honesto, era la forma de mantener a la gente segura” contó Marc Richards, quien estuvo en Lille durante los incidentes.
Martin Glenn, presidente de la Federación Británica, pidió a los hinchas que muestren “respeto y consideración” por la policía. “La gran historia en Francia hoy es el asesinato de dos policías franceses, no los fans de Lille”, explicó. Andrew Bache, el hincha británico gravemente herido en Marsella, con heridas cerebrales y ataque al corazón después del ataque de los rusos, abrió ayer sus ojos y movió el brazo delante de su hijo. Pero continua inconsciente.