“La esperanza no es un discurso”
“Bajar los brazos no es una opción. Si las víctimas de la inseguridad tienen fuerzas para movilizarse y reclamar justicia, cómo no vamos a comprometernos con ellos que confiaron en nosotros”. Con esta convocatoria ante 500 funcionarios de la Provincia, María Eugenia Vidal intentó ayer algunas respuestas operativas ante la demanda social de mayor seguridad.
La gobernadora adelantó que funcionará una tarea de coordinación con las fuerzas federales, desplazadas por el gobierno nacional a las zonas calientes del Conurbano.
Los refuerzos fueron apurados por Vidal en la reunión que mantuvo el martes con el presidente Mauricio Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bulrich. La apremiante situación sobre la vida y los bienes de 16 millones de bonaerenses determinó la exigencia desesperada de la gobernadora.
La gobernadora convocó a 500 funcionarios de primera y segunda línea para desarrollar, entre otros ítems de gestión, estrate- gias contra la violencia criminal en la Provincia. También complementado con programas de contención social y obra pública. “Ya tenemos diez meses de gestión en la espalda y esto recién empieza”, estimuló Vidal a la audiencia que incluyó intendentes y legisladores de Cambiemos.
La preocupación por los robos y homicidios encabeza casi todas las encuestas. Incluso desplazan a la inflación proyectada del 40% anual y el desempleo de dos dígitos.
Aún así, la gobernadora trata de provocar confianza con alguna de sus medidas: “La esperanza no es un discurso, es un camino que vamos a sostener todo el tiempo”, dijo en su alocución en el SUM de la Gobernación. Buenos Aires está bajo Emergencia en Seguridad desde diciembre 2015. La medida es por un año y con los indicadores de delito actuales la decisión sería ratificada a fin de año. El decreto le permite a Vidal, durante ese tiempo, convocar a retirados, reubicar personal, cambiar destinos, disponer bajas y ascensos, entre otras acciones.