Oyola, un Pony tras el Mundial
Sucedió hace poco más de una década: desde La Techada del Juan Pasquale al riocuartense Matías Oyola le ofrecían un puñado de insultos. Ese rechazo duró un par de fechas, apenas suspiros. Hasta que los hinchas de Defensores de Belgrano se dieron cuenta de que ese pibe al que le decían El Pony tenía todo para consagrarse, incluso mucho más allá de la geografía del Bajo Núñez. Fueron dos años divinos los que que vivió con los colores rojo y negro del Dragón. Antes y después lo rechazaron en River. Y pasó por cuatro clubes de Primera: Gimnasia de Jujuy, Belgrano, Independiente y Colón. Nunca se había sentido tan a gusto como en aquel reducto de Avenida del Libertador y Comodoro Rivadavia, frente a la ex ESMA. Hasta que emigró a Guayaquil...
Desde 2009, Oyola juega para el Barcelona. El otro, el equipo más popular de Ecuador. Se convirtió en símbolo, en figura, en capitán. Lo adoran. En febrero de 2012, el presidente Rafael Correa -personalmente, con sonrisa enorme- le dio el certificado de nacionalización. Ahora, a los 33 años, Oyola está a punto de debutar para La Tri, por las Eliminatorias. En Guayaquil lo quieren como si hubiera nacido en El Guasmo o en El Malecón del Salado o en el Bastión Popular o en cualquier otro barrio de la ciudad que habita. Allí es El Capi, el capitán. Dicen que habla poco, pero que mucho dice cuando toma la palabra en los vestuarios difíciles.
El técnico del seleccionado ecuatoriano, Gustavo Quinteros, fue a tocarle el timbre a su casa para avisarle de la convocatoria. Oyola aceptó sin dudarlo. Hacía días, meses, años, que era un reclamo popular su citación.
“Es un señor, con todas las letras. En la cancha y fuera de ella. Poco se conoce de lo que hace y todo se ve de lo que juega. Por eso ahora no es casualidad su convocatoria para La Tri”, cuenta la periodista Marcela Caicedo, del canal RTU. Desde Quito, allí donde hoy, en el Atahualpa, todo indica que Oyola se convertirá en el nacionalizado número 21 en representar a Ecuador, su otro país.