“No se puede hacer nada... si los dirigentes no acompañan”
El funcionario reclama apoyo de la Justicia, de la Policía y de los clubes para luchar contra los barras del fútbol.
Nació en Mataderos y jugaba a la pelota entre sus calles empedradas. Y como el barrio late al ritmo de Chicago, se considera un hombre del fútbol. “Nadie me va a explicar cómo se vive en una popular. La conozco bien”, afirma Juan Manuel Lugones, titular del APreViDe (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte), en la redacción de Clarín. Este abogado está al frente de una misión que parece imposible: desterrar a los barras. Y en el medio de la polémica que generó la suspensión de Racing-Gimnasia, producto de la interna de la
Guardia Imperial, dice: “Necesitamos jueces, fiscales y dirigentes comprometidos con la causa para ganar la batalla cultural, eso de que vale todo en la cancha”. -¿Alcanza con la tipificación del delito del barra? ¿Por qué no hay penas más duras? Los violentos entran por una puerta y salen por la otra. - Tenemos que aplicar el código penal. Y para eso, necesitamos fiscales y jueces valientes. Si un grupo de barras se para en la puerta del diario y dice “nos dan lo que necesitamos para viajar o rompemos todo”, ustedes van a ir a la Justicia y seguro que los van a procesar por coacción agravada. Ahora, si esa misma barra se para en la puerta de un vestuario y le dice al técnico
“te vas o te mato” van a decir que es algo del fútbol, emociones. -¿Y por qué no aplican las leyes? -Porque no están comprometidos con esta causa. -¿Creés que el problema se soluciona con el simple hecho de que un barra no vaya a la cancha? Lugones. Dice que sacó de las canchas a varios “pesados”, explicó el objetivo de su tarea y el mandato de la gobernadora Vidal. -Soluciona el problema del fútbol. Insisto, la barra brava está llena de delincuentes o reincidentes. Se juntan en ocasión del fútbol, para cometer delitos. En la semana tienen otra actividad, cuestiones delictivas muy grosas. Si ellos decidieron ser barras, hay que tratarlos como tales. Lo digo con todas las letras. No puede ser que diez años después estemos dando vueltas con Bebote Alvarez. Y no puede ser que tengamos dirigentes como Noray Nakis que digan que es buen tipo, que últimamente se porta bien. Fue presidente de Deportivo Armenio y tiene un cargo en la Comisión Directiva de Independiente. -Muchos barras trabajan para organizaciones políticas, de manera orgánica o en ocasión de las elecciones. Vos representás a un partido cuyo líder es Mauricio Macri, quien fue presidente de Boca durante años y no pudo erradicar a La Doce, ¿por qué habría que creerte? -Me tienen que creer porque aplicamos la prohibición de concurrencia sin camisetas políticas. Le dije al Ministro de Seguridad de la provincia ( Cristian Ritondo): “Tenemos un problema con el jefe de la barra de Banfield, Miguel Angel Tuñinali. Tiene el negocio de las parrillas afuera de la cancha. Pero te lo cuento porque es hombre de (intendente de Lomas de Zamora, Martín) Insaurralde. ¿Qué hacemos?”. Ritondo me preguntó: “¿Es barra?”. Le contesté: “Sí”. Me dijo: “Afuera, sacálo”. Y no volvió a ir al estadio. Lo mismo con Daniel Paz, el Negro Fiorucci de Tigre. Dicen que tiene la banca de (Sergio) Massa. No entra más. Me pasó con el Volador Camilieri, capo de la barra de Gimnasia. Me dijeron “es into
cable”, estuvo con (Pablo) Bruera cuando era intendente de La Plata y ahora con (Julio) Garro. También, lo borramos de la cancha. -Una de las quejas de los dirigentes es que APreViDe conoce a los barras y le tiran la pelota al Estado. ¿Se hacen los tontos o tienen miedo? -Primero, hubo que limpiar el vaso por dentro. En la gestión anterior, APreViDe se había convertido en un órgano extorsivo y recaudador. Después, tuve reuniones con los dirigentes de todas las categorías, sólo me debe faltar los de Olimpo. Sabemos que los dirigentes están apretados. Pero que nos traigan la lista del derecho de admisión y yo pongo el pecho. El único que me la mandó fue (Enrique) Merellas, que tenía un problema en El Porvenir. A (Víctor) Blanco se lo pedimos. Y no lo hizo. Si no acompañan los dirigentes, no se puede hacer nada. A mí la gobernadora (María Eugenia Vida) me pidió que la familia vuelva a la cancha. Y por eso de a poco están volviendo los visitantes, aunque algunos dirigentes no quieran porque dicen que tienen que pagarles los viajes y las entradas. -Con una Policía sospechada de corrupción, connivencia de barras y algunos políticos y dirigentes, que vuelva la familia a la cancha parece un eslogan. -En la Provincia tenemos el 70 por ciento del fútbol del país y hacemos todo lo posible para cumplir con el objetivo. Durante doce años, el kirchnerismo fomentó barras para todos. Y estos delincuentes son el cáncer del fútbol. Mi obsesión es terminar con ellos. Aunque parezca un idealista.