Un dirigente sospechado dejó a un club a la deriva
El presidente Ahumada renunció junto con toda la comisión. Entre otras causas, se lo vinculó con el tráfico de efedrina.
Estudiantes de San Luis vive días de descomposición. Carlos Ahumada, junto al resto de la Comisión Directiva, presentó ayer su renuncia. Ahora, en consecuencia, la participación del club en el torneo de la Primera B Nacional quedó seriamente comprometida. Incluso trascendió desde la AFA la posibilidad de la desafiliación del club puntano. No es una casualidad este desenlace. La cuestión de fondo es la disputa entre Ahumada -empresario nacido en la Argentina y vinculado a México- y el gobierno provincial, a cargo de Alberto Rodríguez Saá.
Consultado por Clarín, Ahumada - mencionado en la causa que investiga el tráfico ilegal de efedrina por Martín Lanatta, quien lo relacionó con el kirchnerista Aníbal Fernández- ofreció su mirada respecto de la Cuestión Estudiantes: “Hay una campaña de hostigamiento en contra del club. Desde enero, cuando ya estaba el gobernador Alberto Rodríguez Saá se usaron mucho los medios estatales y empezó una campaña a través de la cual se trató de instalar en la sociedad situaciones totalmente falsas”. ¿Como cuáles?, fue la consulta de este diario al ahora ex dirigente. Su respuesta: “Se me acusó de múltiples delitos irrisorios de ciencia ficción inclu- yendo el narcotráfico y lavado de dinero. Yo no tengo ninguna causa en absoluto y que yo sepa, no estoy procesado ni en México ni acá, mucho menos por semejantes cosas”. Es el mismo Ahumada de quien trascendió que estuvo preso en México por lavado de dinero y a quien se lo acusó de mantener vínculos con un cartel de drogas. Además, fue el que llegó y se fue de Talleres de Córdoba involucrado en escándalos varios, en con el equipo en el Federal Ay a la deriva en términos económicos. También fueron polémicas sus gestiones en León y en Santos Laguna, en México, y en Juventud Unida Universitario, también de San Luis.
Esta renuncia múltiple -impulsada por Ahumada- sucede en el siguiente contexto: el 19 de septiembre, la doctora María Liliana Pagés -de la Dirección de Constitución y Fiscalización de Personas Jurídicas y Cooperativas- nombró como Normalizador de la institución a Alberto Asencio Díaz. Había razones: incongruencias en el padrón de votantes, violencia en Asambleas y respecto de los socios. Desde entonces, los múltiples problemas internos se hicieron más visibles. Ahora, explotó.
Estudiantes de San Luis, fundado en 1920, milita ahora en la B Nacional. Suma siete puntos en cinco fechas disputadas. Con una rareza que cuenta el fondo del asunto: juega de local en la cancha de Sportivo Italiano, al borde de la Ricchieri, en el conurbano bonaerense, a 800 kilómetros de casa.
No es la primera vez que Estudiantes de San Luis y Ahumada irrumpen en los medios por el peso de un polémica. Se recuerda: los futbolistas de Estudiantes decidieron realizar una medida de fuerza novedosa en reclamo de sus salarios el 7 de mayo pasado, en el Kempes, de Córdoba. Tras el puntapié inicial, los jugadores de Estudiantes tiraron la pelota al lateral y se abrazaron en el círculo central. En un gesto de solidaridad, los de Talleres no reanudaron el juego y se sumaron con un aplauso. A algunos futbolistas les debían entonces cinco meses de sueldo.
“Reto al Rodríguez Saa a que me diga en qué causas estoy procesado...”, desafió ayer Ahumada. En febrero, después de que Lanatta lo involucrara al dirigente judicialmente, Rodríguez Saá dijo que “el lavado de dinero del fútbol llegó a San Luis”. El Gobernador no es el único que lo imputa. Hasta la banda mexicana Molotov lo menciona con cierta ironía: “La Aerolínea en que viajamos era de la Fuerza Armada / Y el hotel donde 1uedamos era de Carlos Ahumada”. Mientras tanto, Sportivo Estudiantes poco sabe qué será de su vida...