Tucumán: exhuman el cuerpo del cura para revisar si tenía golpes
Fue luego de que confirmaran que había recibido amenazas. Convocaron a peritos de Gendarmería.
Horas después de que Juan Viroche fuera hallado ahorcado en la iglesia de la localidad tucumana de La Florida, los investigadores se inclinaron por la hipótesis del suicidio. Fue luego de que las primeras pericias determinaran que no había indicios para establecer la presencia de una tercera persona. Sin embargo, las amenazas que había recibido el sacerdote y su abierto enfrentamiento con los narcos de la zona sembraron de dudas la causa. Tras confirmar la existencia de mensajes intimidatorios, el fiscal del caso aseguró que se iba a “profundizar la línea del homicidio” y convocó a nuevos
especialistas. Anoche, tras exhumar el cuerpo del cura, esos profesionales lo examinaron para revisar si tenía golpes.
Más temprano, agentes de Gendarmería y de la Policía Científica local recorrieron la capilla de La Florida donde fue encontrado el cura, colgado de una linga atada a las vigas del techo. La tarea, encomendada por el fiscal Diego Lópéz Avila, incluyó el rastrillaje del lugar en busca de posibles pruebas con un georradar que permite detectar elementos enterrados o tierra removida recientemente. “Lo usamos para hacer una búsqueda más profunda y determinar si hay algo más escondido que pueda servir a la causa”, explicó el jefe del escuadrón local de Gendarmería, Claudio Domenichini.
El aporte de las fuerzas federales también incluyó a un especialista que analizará los resultados de la autopsia y otros técnicos que revi
sarán el expediente para determinar los pasos a seguir. También se conoció que la fiscalía solicitó los servicios del forense Raúl Torre. “Todo aporte que ayude para esclarecer el caso será bien recibido. Todo suma”, explicó López Avila. Fuentes del caso aclararon a Cla
rín que el nuevo examen al cuerpo de la víctima –que se realizaba al cierre de esta edición– no fue una segunda autopsia. “Se utilizaron rayos X para detectar la presencia de posibles golpes o lesiones y determinar qué las habría provocado”, detalló un vocero con acceso al expediente.
Más allá de los movimientos en la investigación, la causa sigue caratulada como muerte dudosa. Los familiares de Viroche descartan la posibilidad del suicidio y aseguran que se trató de un homicidio. Lo mismo creen que los vecinos de La Florida y de San Miguel de Tucumán, que se convocaron en distintas oportunidades para exigir el esclarecimiento del caso y reclamar justicia.
Anoche, cerca de las 20.30, unas mil personas se concentraron frente a la casa de gobierno provincial y se movilizaron hacia la Catedral, donde esperaban sumar a más ma- nifestantes. La marcha más numerosa, el día posterior a la muerte del cura, llegó a juntar a unas cinco mil personas.
Para los vecinos, la actividad del cura, quien denunciaba a los vendedores de drogas en sus misas, conecta su muerte –ya sea como homicidio o como suicidio inducido– a una venganza narco.
Sin embargo, los investigadores no descartan el vínculo entre el trágico final y las relaciones sen
timentales del cura. Una mujer declaró ante fiscal que fue amante de Viroche hasta enero de este año. Según contó, ella lo había dejado porque él tenía un romance con otra, a la que habría dejado embarazada y con la que mantenía un conflicto.