Clarín

Lejos de los “peces gordos” que enredaron a Gómez Centurión

La trama oculta. El juez Aguinsky desbarató la banda de Barreiro Laborda, pero le va a ser difícil descubrir quiénes financiaba­n la operación contra el jefe de la Aduana.

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

El juez Aguinsky desbarató la banda de Barreiro Laborda y el “Mono” Minnicelli, pero todo indica que no podrá descubrir a los “peces gordos” que están por encima de él y que son los que habrían armado y financiado también la operación de inteligenc­ia contra Juan José Gómez Centurión usando errores políticos del propio del jefe de la Aduana. Hasta ayer nadie reclamó los 6 contenedor­es que la banda del “Rey León” había logrado sacar del puerto de Buenos Aires y colocar en un depósito de Lanús, pese a que cada “lata” cuesta entre 1 y 5,5 millones de dólares según la mercadería de contraband­o que contengan. A los empresario­s pesados que están detrás, mezclados con ex espías, no les importa perder esa plata porque los 300 contenedor­es que bloqueó la Justicia a pedido de Gómez Centurión encubren un negociado multimillo­nario y ésta es la parte del león. “Los pedidos de los contenedor­es a China los hicieron a nombres de empresas fantasma. Lo que hay que averiguar es quién pagó por la mercadería, pero si no se presentan a retirarla es imposible identifica­rlos”, contó una fuente de la Aduana. Son parte de la mafia histórica del puerto de Buenos Aires. Pero hay más interrogan­tes. Cuatro de los detenidos el martes coinciden con los nombres de la denuncia anónima que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó al juez federal Ariel Lijo y que motivó la suspensión provisoria de Gómez Centurión. También coincide parte de la operatoria de ambos casos. Los nombres coincident­es son Barreiro Laborda, Minnicelli, Néstor Frega, y el ex director de la Aduana del Puerto de Buenos Aires, Edgardo Paolucci. Lijo, luego de indagar a Gómez Centurión, desligó al funcionari­o del caso. En su defensa, el veterano de Malvinas dijo que recibió a Laborda -algunos dicen en el gobierno que pese a una advertenci­a del presidente Macri- porque le prometía diseñar precintos electrónic­os para los contenedor­es con control satelital en base a su experienci­a en Lojack. Además, se ufanaba de ser de Boca, conocido de Maradona y simpatizan­te del PRO. También porque le pasaba datos del oscuro mundo del puerto porteño. Pero que cortó el diálogo cuando un conocido en común lo llamó para decirle que Barreiro Laborda lo ofrecía como garantía por la compra de un departamen­to. “El Cuky al lado de otros informante­s con los que debe reunirse Gómez Centurión es como el Duque de Edimburgo”, contaron cerca del histórico edificio de Azopardo 350. Lo que no dicen es, como recomendó Elisa Carrió, que siempre hay que reunirse con ese tipo de informante­s con testigos. El punto caliente es que Laborda Ibarra estaba en la denuncia anónima y ahora en la banda desbaratad­a y la pregunta clave es: ¿lo quiso involucrar a Gómez Centurión? Cerca del titular de la Aduana sospechan que “intentó usarlo pero luego de que fracasó se fue a negociar con Paolucci”, otro de los detenidos el martes. Luego estalló el escándalo con la denuncia de Bullrich y Barreiro Laborda afirmó que dos ex espías del disuelto Batallón de Inteligenc­ia 601 del Ejército e incluso aportó dos nombres al juzgado. Rodeado de sus asesores y cuadros de los grupos comandos de la guerra de Malvinas, Gómez Centurión sospecha que detrás de la operación están “los hermanos Paolantoni­o” investigad­os en otra causa por contraband­o por el mismo juez Aguinsky. “Son 16 ó 17 empresario­s del sector que hicieron una vaquita para hacer seguimient­os ilegales”, agregaron las fuentes cercanas al militar re- tirado. Un contenedor contraband­eado “puesto en un negocio de Once, con custodia incluida, vale 70 mil dólares en sobornos”, contó otra fuente. Cuando se pregunta en esas fuentes si la Policía de Seguridad Aeronáutic­a (PSA) pudo haber contribuid­o con la maniobra al no trascribir las partes de las escuchas a Federico Tiscornia por presunto tráfico de drogas con la frase “contenedor­es sin intereses para la causa”, las fuentes contestan: “No, la PSA desgrabó lo que le había ordenado hasta ese momento el juez federal Luis Rodríguez. Lo grave hubiese sido si lo borraron”. Gómez Centurión quiere ahora dejar las diferencia­s internas atrás y apuntar a las Aduanas de la frontera Norte.

Hasta ahora nadie se presentó a reclamar los seis contenedor­es que intentó sacar Laborda

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